Los artistas del proyecto del monumento a la mujer originaria denunciaron que varios móviles de la Policía Federal ingresaron anoche al predio para desalojarlos. El espacio quedó fajado y custodiado. "Clausuraron la entrada, pusieron fajas y quedaron varios policías de civil en las puertas", denunciaron a través de un comunicado. 

El monumento a la Mujer Originaria se está realizando desde el año 2010 y con el padrinazgo del escritor Osvaldo Bayer, y se lleva a cabo colectivamente con llaves donadas por la sociedad. 

Florencia Conti, miembro del grupo de al rededor de 50 artistas que trabajan en el monumento explicó que "el 4 de agosto enviaron una nota de desalojo -a instancias de la Secretaría de Derechos Humanos-, pero nos notificaron el 9. Nos daban un plazo de diez días hábiles para irnos y todavía no se cumplió. Si tenemos que irnos lo vamos a hacer, pero queremos que se respeten los plazos y que sea de forma pacífica". Además, los artistas piden poder continuar en el predio hasta el final de la obra. 

La clausura fue ordenada por el juez Sergio Torres -a cargo de la megacausa ESMA- por una cuestión de preservación edilicia. El galpón se encuentra en lo que era un edificio de talleres, frente a donde hoy se encuentra la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. 

Conti también contó que intentaron varias veces comunicarse con el secretario de DDHH, Claudio Avruj pero "nunca pudimos hablar con él personalmente". 

“No entiendo por qué se decide esto ahora si hay un plazo de diez días”, señaló Conti. Y resaltó: “Nos parece importante que el Monumento se termine en la exESMA porque los pueblos originarios fueron los primeros desaparecidos”.

Los artistas además, denuncian que dentro del predio quedaron"las casi 10 toneladas de llaves, la escultura, herramientas, obras y materiales".

Varios dirigentes y movimientos políticos y sociales se solidarizaron, uno de ellos, Alejandro Bodart, del MST, señaló que "Mauricio Macri no quiere a la mujer originaria, porque defiende al genocida Julio Roca". y agregó: "Este desalojo tiene un contexto claro. Macri habla de ‘guerra sucia’, porque niega el terrorismo de Estado. No apela la prisión domiciliaria de los genocidas, porque los considera abuelitos inocuos. Y quiere ‘protagonismo’ de las FF.AA., porque busca recomponer el aparato represivo. Es necesario rechazar toda esa política reaccionaria”.