Cristina y una reunión "positiva y constructiva" con Mujica en la Celac
Cristina Fernández y José Mujica se reunió con su par argentina en La Habana, en el primer encuentro tras la decisión de permitir el aumento de producción de UPM. Al término de la reunión, el canciller Luis Almagro informó que lo importante es el retorno al diálogo entre los dos presidentes.
Cristina Fernández y José Mujica volvieron a reunirse tras cuatro meses, esta vez en La Habana, donde se celebra la II Cumbre de la Comunidad de Estados de Latinomericanos y Caribeños. Fue luego de que la presidenta hablara ante el plenario de mandatarios.
El encuentro, del que también participaron el gobernador de Entre Ríos Sergio Uribarri y los cancilleres Héctor Timerman y Luis Almagro, duró unos 40 minutos.
Al término de la reunión, el canciller Almagro comentó a la prensa uruguaya que lo importante es el retorno al diálogo entre los dos presidentes. Señaló que hay varios temas pendientes en la agenda, como es de conocimiento público, sobre los cuales Mujica y Fernández se comprometieron a trabajar de manera reservada a través de los canales institucionales que corresponden.
Almagro afirmó: "El diálogo entre los dos países continúa con contactos a nivel de las instituciones correspondientes para resolver los temas correspondientes". Y agregó que se hará un punteo de los principales asuntos para una próxima reunión de las cancillerías uruguaya y argentina.
Los presidentes también abordaron temas vinculados a la cumbre de CELAC como la situación mundial, las potencialidades de futuro de las relaciones del MERCOSUR con China y las diferentes asuntos del esquema financiero internacional.
También dialogaron sobre la necesidad de lo que fue la agenda de CELAC "tan positiva y constructiva que aportó nuevos elementos en la dimensión hemisférica, en la propia existencia de CELAC de irla afirmando cada vez más", puntualizó el canciller.
Los mandatarios se habían reunido por última vez en octubre del año pasado, cuando el empresario argentino Juan Carlos López Mena bautizó el buque Francisco, en Buenos Aires.
La tensión en aquella oportunidad se hizo visible entre ambos presidentes, incluso en los discursos, cuando la presidenta Fernández marcó su diferencia con Mujica, en relación al rol del consumo en la economía.
Aquel era el inicio del quiebre más profundo en el relacionamiento con el vecino país, generado a partir de la decisión del presidente José Mujica de habilitar parte del aumento de producción pedido por la empresa UPM.