Coronavirus: qué países de Europa intervinieron en las clínicas privadas ante la pandemia
El Gobierno argentino llegó a un acuerdo con las prepagas para trabajar en conjunto y no 'estatizar' la salud privada, aunque sí manejará la cuestión de las camas disponibles de las instituciones privadas.
El ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, se reunió este jueves con representantes de las prepagas con el fin de avanzar en la coordinación entre el sector público y privado. Sin necesidad de un DNU, el Gobierno quiere trabajar en conjunto algún instrumento a definir para declarar a todo el sistema de salud con fines públicos.
"Las autoridades sanitarias plantearon la necesidad de coordinar esfuerzos del sector privado con cada una de las jurisdicciones para poder hacer frente a la sobre demanda de camas críticas que se estima serán necesarias", informó el Gobierno.
“Es necesario que junto con la coordinación de entidades científicas, expertos y gobiernos, también estemos coordinados los que brindamos servicios públicos y privados en todo el país y para toda la población”, destacó González García.
La idea del Poder Ejecutivo argentino ya había sido pensada en otros países que comenzaron a aplicarla. Entre ellos, se destaca España, una de las naciones más perjudicadas por el COVD-19. Y está el caso de Irlanda. En Sudamérica se sumó Chile.
Uno de los primeros países en convertir en públicos a los hospitales privados fue España, que el 16 de marzo obligó a las clínicas privadas a ponerlas a la orden de las comunidades de ese país. El Ministerio de Sanidad también fue un paso más allá: “También podrán habilitarse todos los espacios públicos y privados que puedan ser necesarios para convertirlos temporalmente en nuevos lugares asistenciales para atender a los enfermos", anunció el gobierno español.
Se les dio un plazo de 48 horas a empresas y particulares que tuvieran o pudieran fabricar materiales como equipos de diagnóstico, mascarillas gafas protectoras, guantes y otros productos médicos y farmacológicos “a ponerlo en conocimiento” de las autoridades. Todo bajo la amenaza de sanciones para aquellos que no lo hagan.
También está el caso de Irlanda. El ministro de Salud de ese país, Simon Harris, había anticipado que el Estado iba a tomar el control de los hospitales privados durante la crisis sanitaria y que los pacientes con el virus serían tratados de forma gratuita sin distinción entre lo público y lo privado.
"Los hospitales privados están de acuerdo para hacer esto sin obtener beneficio alguno. Y los pacientes, públicos o privados, serán tratados de la misma manera", afirmó cuando lo anunció el Jefe de Gobierno de esa república, Leo Varadkar. Así, sumaron 2 mil camas, nueve laboratorios y miles de trabajadores en personal al servicio de salud. Cuando se dio a conocer esta medida, el 23 de marzo, Irlanda llevaba 1.125 casos confirmados de coronavirus.
El presidente Sebastián Piñera también dejó a cargo la salud privada al Ministerio de Salud nacional. La medida comenzó a regir a partir de abril.
El ministro de esa cartera, Jaime Mañalich, confirmó que todo el sistema de salud chileno “funcionará como una sola red”. Así, pretende coordinar a todos los recintos hospitalarios del país para enfrentar el coronavirus. Entre otras cosas, el ministerio podrá disponer de las camas de los establecimientos particulares, regular como funcionan los turnos o modificar los flujos de atención.