Los despidos en el Estado no cesan y ahora se extienden a la actividad privada producto de la baja en el consumo y en las malas perspectivas empresarias que plantean las políticas económicas del macrismo.

Por esa razón, hasta un prematuro aliado de Mauricio Macri como Hugo Moyano se ve forzado a enfrentar esta grave situación, so pena de perder el liderazgo dentro de la CGT y hasta en su propio gremio, Camioneros.

"Lo que tiene que hacer el Gobierno es salir de este momento sin que al costo lo pague el trabajador. Hemos escuchado beneficios para el campo y la minería, pero no para los trabajadores", expresó quien poco tiempo atrás había suscripto un pacto con Macri para poner techo a las paritarias.

Es que una cosa es que se limiten los aumentos paritarios a un 25 por ciento, como pretende el Gobierno, y otra muy diferente, que termina agudizando las tensiones sociales, es que los trabajadores se quedan repentinamente sin empleo.

Moyano también apuntó a los empresarios: "Los empresarios tratan de sacar la ventaja que pueden. Durante muchos años ganaron montones de dinero y no puede ser que en la época que tengan que ganar un poco menos no quieran hacerlo", sentenció.

Luego de afirmar que "la situación es preocupante" y advertir que "perder el trabajo es perder la vida y yo prefiero perderla peleando", sostuvo que "necesitamos una ley de emergencia ocupacional para evitar que siga habiendo despidos".

En ese sentido y entrevistado en TN, planteó como posibilidad de reinstalar "la ley que se promovió creo que en 2002, que duplicaba la indemnización ante un despido". Es decir que, en lo que hace al empleo, Moyano ve un panorama tan grave como el del peor momento económico-social de las últimas dos décadas.