“Es una decisión política del Gobierno Nacional que bajó a la Provincia de Buenos Aires”, dijo Javier Thomsen, titular de la Unión Ferroviaria de La Pampa, al anunciar el cierre del ramal de Ferrobaires que hasta ahora iba a esa provincia.

“La Pampa no es rentable, no conviene el tren de pasajeros”, detalló el dirigente gremial a El Diario de La Pampa, agregando que quedarán sin empleo 21 trabajadores que, además, ni siquiera cobrarán su indemnización.

En efecto, a esos trabajadores ya les comunicaron que a partir del 1 de diciembre no se les renovará su vínculo con la unidad ejecutora del servicio. Son empleados precarizados que, algunos casos, tienen más de dos décadas de servicios en esas condiciones.

La que administra el servicio que el Gobierno decidió discontinuar es una empresa pública fundada en 1994 e integrada por las provincias de Buenos Aires y La Pampa, y gestiona los trenes de pasajeros desde Once a Santa Rosa y General Pico.

“La decisión política es del Gobierno Nacional, que tiene una política económica donde todo lo que no les sea rentable lo sacan”, subrayó el dirigente provincial de la Unión Ferroviaria.

Una política que entronca con la encarada en los 90 por el entonces presidente Carlos Menem, quien sistematizó el cierre de ramales ferroviarios no rentables que, en realidad, cumplían un rol social que ningún otro servicio puede cumplir: el de brindar trabajo y comunicación a poblaciones enteras.