La afirmación de Lilita Carrió parecía fuerte como concepto ya que claramente hablaba de la megalomanía de Javier Milei y de sus malos modos pero después de decir que “cuando se termina la lengua se termina la Nación” inventó la palabra “melagomanía” y la repitió varias veces, como queriendo demostrar su punto.

Marcelo Bonelli incluso quiso ayudarla repreguntándole si había dicho que era megalómano Milei, pero Carrió no pareció entender y continuó arrastrando su error.