La periodista aseguró que nunca había llegado a un fin de año con un grado similar de decrepitud emocional.

A pesar de que ella puede comer todos los días, en el país no nos estamos muriendo sino desangrando.

“Cada vez vivimos peor, cada vez compramos menos, compramos alimentos de peor calidad, cada vez nos vamos privando de más cosas, nos vamos despojando, nos vamos arrastrando” y los libertarios aseguran que los sueldos le ganan a la inflación.