Después de conocer una de la cárceles más famosas del mundo, Patricia Bullrich logró reunirse con Nayib Bukele pero en lugar de hablar de temas de seguridad y narcoterrorismo terminaron en cualquiera.

Bullrich quería comentarle al mandatario salvadoreño sobre todo lo que había aprendido en su país y que no es aplicable a la Argentina por lo diferentes de las situaciones y la sociedades por lo que Bukele decidió desviar la conversación.

El presidente de El Salvador prefirió hablar de la Ciudad de Buenos Aires, a la que considera la más linda del mundo con sus edificios de estilo francés pero con el descontrol latinoamericano.

Además recordó que su esposa fue una de las extranjeras que estudiaron en Buenos Aires y que los libertarios intentan denostar cada vez que pueden pero además remarcó como algo cultural y romántico a las parejas que bailan tango en las esquinas y a los manteros que venden libros en cualquier vereda.