Bonadio superstar: se declaró incompetente y evidenció el armado de la causa contra Cristina
Después de dos años de allanamientos, acusaciones vacías y títulos mediáticos el juez admitió que Ercolini debe seguir llevando adelante la causa ya que tienen "el mismo objeto procesal". En 392 páginas, el magistrado reconoció haber duplicado el mismo caso. El guión de la mentira televisada.
Cristina lo denunció hasta el cansancio: la única 'asociación ilícita' es la que une las patas judiciales, mediáticas y políticas. Aquí más que una causa judicial, existió un thriller de suspenso dirigido por un serio candidato a "mejor realizador de ficción".
-Bonadio ordenó 40 allanamientos en los que se cubrieron las 13 propiedades de Los Sauces, pero en todos los casos se encontró a los inquilinos, por lo que no se pudo probar su teoría de "alquileres simulados".
-El magistrado también pidió una pericia contable, en la que no se encontraron irregularidades más que la ausencia de algunos documentos: casualmente porque el juez Ercolini los había requerido en otra causa.
-A ningún miembro de la familia Kirchner se les halló ninguna cuenta en el exterior, ni dinero no declarado, ni empresas offshore.
-Todas las operaciones investigadas fueron bancarizadas, es decir que fueron fondos declarados. El magistrado miente al asegurar que la comrpa de un inmueble en la calle San José -donde vive Florencia- fue en efectivo, ya que el Banco Nación reconoció que dicha operación se realizó tras el vencimiento de un plazo fijo y la conversión de esos cuatro millones de pesos a Cedines.
-Bonadío sostuvo en su fallo la acusación de asociación ilícita, pero no incluyó el detalle de que tal o cual persona cometió un delito, sino que solo se los acusó de ser parte de la asociación. ¿La argumentación? El juez consideró que se produce "intraquilidad" cuando se percibe una asociación de ciudadanos dispuestos a delinquir.
Por cada uno de estos puntos, Bonadio se declaró "incompetente": la demostración fehaciente de que se trató de un armado político desde el minuto cero, de que no se buscó investigar sino apenas perseguir políticamente.