Fue el juez Ramos Padilla, quien descubrió que efectivamente D'Alessio tenía el celular agendado de la ministra de Seguridad, lo que complica el intento del Gobierno de despegarse del falso abogado.

El letrado investigó un contacto en el celular de D'Alessio que decía ser de Bullrich, y efectivamente según constatan los documentos de la empresa de telefonía se trataba del celular de la ministra. 

Esto genera un duro revés para el Gobierno, cuyos varios funcionarios están apuntados de cooperar y formar parte de esta red de extorsión entre políticos, jueces, fiscales y periodistas; que tiene en el banquillo de los acusados tanto a D'Alessio como a Stornelli. 

Bullrich fue sindicada como el contacto de alto rango que daba luz verde a las operaciones del fiscal y el falso abogado contra empresarios y funcionarios opositores, para que testifiquen en contra del kirchnerismo. Pero se destapó una olla criminal aún más grande. 

Además de tener agendado el teléfono, se descubrió que D'Alessio mantenía conversaciones con este número telefónico. Por lo tanto, está casi probada la estrecha relación con la ministra de Seguridad. 

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