La denuncia de violencia de género contra Alberto Fernández incomodó a muchos sectores del campo nacional y popular, y a muchos movimientos feministas que sentían como el golpe había impactado.

Pero rápidamente tanto unos como otros salieron a cruzar al expresidente, se pusieron del lado de Fabiola Yáñez, y separaron esta causa de la militancia por el respeto a las mujeres.

A pesar de la fiesta que se hicieron los trolls libertarios con el tema, la repuesta fue contundente, y dejó en claro que el movimiento está más allá de los nombres.

Incluso hasta el propio Baby Echecopar, siempre crítico al colectivo, debió reconocer que su militancia le había hecho modificar la forma de pensar.