Dentro de la extraña estrategia de comunicación del gobierno las redes son un pilar fundamental. Y no sólo por la compulsión que tiene el Presidente por la red social de su “amigo” Elon Musk sino también porque muchas veces las acciones de gobierno se conocen o confirman a través de su equipo de trolls rentados.

Si bien esta estrategia comunicacional no es nueva ya que nació con el trolls center de Marcos Peña durante el macrismo, la estrategia no funcionaría si son sólo cuentas de twitter con nombres ficticios y sin foto los que comentan y festejan cada cosa que haga Milei.

La colaboración de periodistas reconocidos es fundamental para que esto funcione y muchos “colaboradores desinteresados” retuitean a estos trolls como si se tratara de fuentes irrefutables. O ponen en peligro su credibilidad o están cobrando por este trabajo.

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