Al igual que fiscalía de Fein, el juez Lijo también desmintió a Clarín
El Juzgado Nacional a cargo del juez federal Ariel Lijo ratificó que recibió la denuncia del fiscal Alberto Nisman sin tachaduras, desmintiendo el artículo publicado el último domingo. Además, el medio volvió a manipular un título para desinformar tras la desmentida.
En un manotazo de ahogado, para mantener sobre el tapete la endeble denuncia del fiscal Nisman y el intento de ensuciar al Gobierno, el último domingo Clarín mintió en un artículo: pretendieron instalar que el funcionario judicial había enmendado parte del texto y especulaba sobre otra copia de la denuncia hallada supuestamente en la basura de su casa en la que, según el matutino, pediría el desafuero y la detención de Cristina Fernández de Kirchner.
Como si no bastase la desmentida de la fiscal Fein -"ante versiones periodísticas publicadas durante el fin de semana, no fue hallada en el departamento del fiscal ningún borrador de la denuncia oportunamente presentada por Nisman"- el propio juez de la causa, Ariel Lijo, ratificó que el texto que presentó Nisman el 14 de enero a las 8:45 fue recibido "sin testado (tachado) alguno".
En un comunicado difundido por el juzgado de Lijo se aclaró que fue "decisión de este juzgado suprimir (tachar) del texto oportunamente difundido a través del Centro de Información Judicial (CIJ) la diligencia de prueba requerida en esa denuncia por el fiscal Alberto Nisman como medida de preservación de lo allí solicitado".
"Se trata sólo de supresión de medidas de prueba y no de ninguna otra petición sustancial respecto de los presuntos imputados. Esa versión fue publicada por el CIJ sin modificación alguna", advierte el comunicado.
La mentira de Nicolás Wiñaski
En el artículo que publicó Clarín este domingo, el periodista ladero de Lanata informaba sobre el hallazgo de un borrador en la basura del departamento del fiscal muerto: "Ese escrito, descartado por Nisman cuando estaba vivo, completaba la acusación que trascendió con el pedido de medidas resolutivas de alto impacto", advierte sobre 24 líneas que no se pueden leer, por lo que cualquier conjetura (como la que enarboló en dicho artículo) significa una apreciación propia, sin pruebas.
"¿Por qué habría entregado su escrito con casi una página tachada a mano? ¿A último momento cambió esa parte de la denuncia? ¿Por qué? Son interrogantes que aun no tienen respuesta", planteaba Wiñazki con intenciones de instalar una versión que ni siquiera duró 24 horas.
Operación en tapa, desmentida en pequeña columna
Mientras el diario del domingo pintaba un supuesto giro, una nueva información que podría arrojar luz en la investigación, al día siguiente la noticia de primera plana prácticamente desapareció del periódico.