Desde radio 10, Gustavo Sylvestre había establecido comunicación telefónica con Milagro Sala para hablar de las condiciones de su detención cuando, justamente, la propia detenida anunció que tenía a su lado a una oficial del servicio penitenciario jujeño.

"No me dejan hablar", comentó Milagro y fueron sus últimas palabras con Sylvestre dado que, en efecto, la oficial Dominguez –como se identificó– le quitó el teléfono y procedió a anunciar por radio que la detenida "no puede dar una entrevista ahora".