En su mensaje, la mandataria remarcó algunos conceptos que expresó en su discurso ante los legisladores, y además se refirió a la campaña de "Precios cuidados".

"Estuve hablando 2 horas 45 minutos. Tengan piedad de mí", fueron las primeras palabras de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, al subirse al palco montado en las afueras del Congreso.

"Los discursos dejan de ser palabras para convertirse en realidades", y pidió a todos los argentinos que se organicen para "cuidar sus bolsillos; no permitan que les robe nadie".

En ese marco, dijo que "no hay que ir de malos modos, sino con educación" y llamó a "convencer a cada uno, inclusive con el que tenemos que discutir de que no nos cobre más, que lo que está haciendo es malo, también para él, que no va a tener nadie a quien venderle".

También destacó la presencia de los militantes jóvenes. "Ustedes son mi debilidad. Les veo la cara a ustedes y veo el futuro y presente de la patria", dijo y añadió: "Veo banderas del Che, Evita, Walsh, también sería bueno ver de Yrigoyen".

Por último, exhortó a los manifestantes a "luchar fuertemente por la solidaridad con todos los pueblos de América del Sur y defender la integración latinoamericana". “No renunciemos nunca a ello: paz, vida y democracia para toda América Latina", concluyó.