¿Qué dicen las actas desclasificadas sobre la Guerra de Malvinas?
Se conoció el contenido de los primeros documentos secretos sobre la Guerra en poder de las Fuerzas Armadas que fueron desclasificados por decreto de la Presidenta. Las actas confirman violaciones a los Derechos Humanos y que hubo torturas sistemáticas.
El diario Tiempo Argentino tuvo acceso a algunas de las actas secretas que fueron desclasificadas tras el decreto firmado por Cristina Fernández de Kirchner. Durante el discurso en la ciudad de Ushuaia durante el acto central por el 33° aniversario del inicio de la guerra de Malvinas, la jefa de Estado explicó que instruyó al Ministerio de Defensa que "en un plazo de 30 días hábiles" se inicie la búsqueda en "los registros en los archivos" de las instituciones militares.
A raíz de estos documentos escondidos por las Fuerzas Armadas durante décadas, la investigación sobre las aberraciones –que fue clausurada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación el 19 de febrero pasado- podría reabrirse si se eleva un recurso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
En los diversos Regimientos en los que se registraron denuncias se registra que las torturas fueron sistemáticas.
En la Compañía B del Regimiento de Infantería 3, un soldado (los nombres no se pondrán para preservar las identidades) escribió de puño y letra: "Una vez cazaron un cordero los suboficiales y a unos soldados les ordenaron cocinarlo. Uno de ellos fue y me dio un trozo de hígado. Y al enterarse de esto el subteniente Flores me estaqueó. Porque el cordero era para el personal de cuadros, sólo lo que sobraba era para los soldados. En otras ocasiones, nos pegaba y castigaba poniendo los pies en charcos de agua por espacio de una hora o una hora y media. Uno de ellos fue el cabo 1º Cancino quien también una vez me orinó en la espalda después de pegarme".
Ese soldado resaltó que sufrió al padecer lo que se conoce como "pie de trinchera" (se trata de un edema doloroso en el pie que en algunos casos deriva en la amputación de las extremidades): "Cuando me comienzan a doler los pies se lo informé a mi jefe de grupo cabo 1º Fiochi y al jefe de sección subteniente Flores. Quienes me dijeron que era un mañoso y no me permitieron ir a la enfermería, pese a que cuando por las noches me quitaba los borceguíes a la mañana siguiente no me los podía poner. Me dijeron que no quitara el calzado así no tenía problemas para colocármelo. Recién el viernes 11 de junio del '82 por la temperatura que tenía me autorizó el subteniente Flores a concurrir a la enfermería cuando ya casi no podía caminar."
Otro integrante de la misma compañía también cargó contra Flores: "Cuando sentí las manos y pies congelados hablé con el subteniente Flores y le expliqué lo que ocurría, quien me dijo: 'Soldadito de la Patria, si vos con tus pies y manos que tenés congelados querés ir a la enfermería, los demás heridos qué hacen.' Luego del acto dijo que hiciera lo que quiera. Luego volví a mi posición".
En un apartado del interrogatorio agregó: "En una oportunidad faltaron raciones de combate. Preguntó quién las había tomado. Y no salió nadie. A raíz de esto nos hizo descalzar y meter los pies en el agua unos cinco minutos. Por otra cuestión nos obligó a pasar cinco días sin usar gorra u otros abrigos en la cabeza. A algunos compañeros los estaqueaba durante horas con el piso mojado. Durante diez días nos dejó sin postre ni galletitas a pesar de que la comida no era suficiente".
En la Compañía B del Regimiento de Infantería 5, un conscripto correntino fue internado por desnutrición. Al ser consultado en un interrogatorio básico sobre sus experiencias negativas, afirmó: "Estuve 15 días sin comer. Sólo un mate cocido amargo por las mañanas. El sargento Vega me ordenó que me levantara a tomar la sopa y por no poder hacerlo por mi debilidad me pegó una trompada".
En la causa que la Corte desechó, y que había sido impulsada en primera y segunda instancia por la justicia federal, una de las 120 denuncias es por una muerte que se produjo por inanición. Es conocida la historia de los soldados que robaban comida de los depósitos donde los superiores tenían incautados los víveres que administraban según su antojo. Eso quedó reflejado en el expediente que se había abierto en 2007 en el juzgado federal de Río Grande (Tierra del Fuego), donde se habían individualizado 80 imputados.
Las actas de recepción, fueron escritas por los ex combatientes al regreso del conflicto bélico en Campo de Mayo adonde les impusieron el silencio: nada de lo vivido en el archipiélago debía trascender públicamente, les espetaron sus superiores. Según recuerdan protagonistas de aquellos sucesos, los formularios fueron entregados por oficiales de inteligencia.
Tras la negativa de la Corte, el coordinador del equipo jurídico del CECIM-La Plata, Jerónimo Guerrero Iraola, explicó que elevarán un recurso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y que el material desclasificado es sumamente importante. El letrado dijo que harán el planteo "en el menor plazo posible", aunque resaltó que tienen seis meses desde que fueron notificados (el 20 de abril) para acudir a la CIDH.
"Denunciamos torturas y asesinatos. Entendemos que son crímenes de lesa humanidad. Allí plantearemos que el Estado argentino, a través del Poder Judicial, especialmente, la Corte Suprema de Justicia, nos impidió avanzar en la investigación. Simplemente pediremos que nos dejen investigar" indicó Guerrero Iraola. "Hoy tenemos 120 denuncias, pero sabemos que en la medida en que esto tome estado público van a ser muchas más. Hubo una práctica generalizada y sistemática", concluyó.