¿Magnetto terminará como Rockefeller?
Esta semana la Corte Suprema de Justicia comenzó las audiencias para recavar información y expresarse sobre la constitucionalidad o no de la Ley de Medios que podría determinar la desinversión del Grupo Clarín. El paralelismo con la Standard Oil y el juicio que determinó el fin del monopolio.
Con dos fallos de primera y segunda instancia llegó al máximo tribunal argentino la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, normativa que busca pluralizar las voces y democratizar el espectro radioeléctrico. Ley que fue aprobada por amplio margen por los legisladores que integran el Congreso Nacional. Sin embargo esta ley, apoyada por los representantes del pueblo, está trabada desde hace mas de cuatro años por una empresa privada, nada menos que el Grupo Clarín, el multimedio mas importante del país.
En Estados Unidos hubo un caso similar, que terminó de la forma mas justa. Se trata de la empresa petrolera Standard Oil, que llegó a ser la más importante en su rubro. John D. Rockefeller fue el presidente y principal accionista de esta empresa que abarcaba todos los aspectos de la comercialización, desde la producción, el transporte, la refinación, hasta la venta final de los productos.
La Standard Oil llegó a tener tanto poder que su estrategia comercial incluía acuerdos de lo mas espúreos. Gracias a sus pactos secretos con las empresas ferroviarias lograba abaratar las tarifas de transporte, situación que le permitió que el precio del petróleo y sus derivados bajara drásticamente en poco tiempo. La consecuencia del abuso de estos tratos preferenciales generó la quiebra de muchas empresas pequeñas y medianas del sector.
¿Les suena? El Grupo Clarín "compró" en 1976 junto con La Nación y La Razón, Papel Prensa, la única empresa que produce este insumo esencial para la prensa escrita. A partir de allí el multimedio tuvo el control virtual de la información del país. Desde 2010, una causa judicial investiga los supuestos crímenes de lesa humanidad cometidos durante la adquisición de las acciones por parte de estos diarios, enmarcados en una complicidad de los grupos económicos con la dictadura militar.
La historia de la Standard Oil termina mal para su fundador. En 1911, la Corte Suprema de los Estados Unidos confirmó que la estructura y el desempeño se ajustaban al término de "monopolio" según la Ley Sherman y le exigió su desmembración. El "holding" se dividió en 34 empresas independientes. Dos de estas nuevas compañías fueron la Jersey Standard (ex "Standard Oil Company of Nueva Jersey"), que finalmente se convirtió en la Exxon, y la Socony (ex "Standard Oil Company of Nueva York"), que años después se transformaría en la empresa Mobil.
En Argentina el artículo 161 de la Ley de Medios, que reemplazó la Ley de Radiodifusión aprobada bajo el último gobierno militar, establece un plan de desinversión de 6 meses para que las empresas adecuen sus licencias según los límites establecidos y evitar así que exista una voz única en los medios de comunicación. La expectativa está puesta en el fallo final del máximo tribunal. Casualmente en la Standard Oil tuvo seis meses para desmembrarse, ¿ocurrirá lo mismo con el Grupo Clarín? ¿O no habrá justicia?