Horacio González, el director de la Biblioteca Nacional y referente de la agrupación Carta Abierta, afirmó en una entrevista con Télam que “estamos frente a una etapa difícil que se puede superar si se formulan respuestas agudas. Los que apoyamos este proyecto debemos recuperar la vocación de movilizarse para dar discusiones que nos permitan encontrar las alternativas superadoras, manteniendo las conquistas logradas en esta década”.
“El pueblo argentino sigue siendo una cantera de voluntades políticas al servicio de los proyectos que consiguen modificar sus condiciones de vida de forma positiva. Hay que recurrir a él”, insistió.
En relación a la devaluación de la moneda González afirmó que se debió a “una fuerte campaña orquestada por poderes concentrados de las finanzas internacionales y la agroexportación”, a quienes definió como “los sectores que históricamente se beneficiaron con el deterioro de los ingresos de la mayoría de los argentinos”.
En este sentido González señala que el gobierno debería forjar alianzas con los sectores políticos y sociales que le permitieron “obtener un claro triunfo electoral en 2011”. Aquellos son sectores sociales y políticos que se encuentran a la izquierda del gobierno para “saber si tienen claro a cuáles intereses sirven algunas de las críticas que plantean”.
“La idea de salir a debatir, a discutir, es también generar acuerdos, buscar alianzas con otros sectores. Se debe tratar de recrear el espíritu del Bicentenario, cuando los que estaban en las calles no eran todos partidarios del Gobierno, pero apoyaban el sentido de la políticas públicas”, sostiene.
La clave según el sociólogo es poder “explicarle a los sectores medios y populares cuál es el modelo de país que se pretende imponer desde algunos sectores del poder finaciero global”.
“Hay que formularle a la sociedad una fuerte disyuntiva: ¿queremos un país que se endeude, que pida prestado al FMI, que devalúe constantemente para engordar a los exportadores? ¿O un modelo de democracia social que vaya ampliando derechos e incluyendo?”, se pregunta.
“La intención es consolidar un modelo de democracia popular y participativa, hay que consolidar un rumbo que favorezca a los sectores populares. En ese marco debería darse una alternancia. Volver para atrás con la Asignación Universal, la estatización del sistema jubilatorio o la nacionalización de YPF sería algo muy negativo”, sintetizó.

Horacio González, el director de la Biblioteca Nacional y referente de la agrupación Carta Abierta, afirmó en una entrevista con Télam que “estamos frente a una etapa difícil que se puede superar si se formulan respuestas agudas. Los que apoyamos este proyecto debemos recuperar la vocación de movilizarse para dar discusiones que nos permitan encontrar las alternativas superadoras, manteniendo las conquistas logradas en esta década”.

“El pueblo argentino sigue siendo una cantera de voluntades políticas al servicio de los proyectos que consiguen modificar sus condiciones de vida de forma positiva. Hay que recurrir a él”, insistió.

En relación a la devaluación de la moneda González afirmó que se debió a “una fuerte campaña orquestada por poderes concentrados de las finanzas internacionales y la agroexportación”, a quienes definió como “los sectores que históricamente se beneficiaron con el deterioro de los ingresos de la mayoría de los argentinos”.

En este sentido González señala que el gobierno debería forjar alianzas con los sectores políticos y sociales que le permitieron “obtener un claro triunfo electoral en 2011”. Aquellos son sectores sociales y políticos que se encuentran a la izquierda del gobierno para “saber si tienen claro a cuáles intereses sirven algunas de las críticas que plantean”.

“La idea de salir a debatir, a discutir, es también generar acuerdos, buscar alianzas con otros sectores. Se debe tratar de recrear el espíritu del Bicentenario, cuando los que estaban en las calles no eran todos partidarios del Gobierno, pero apoyaban el sentido de la políticas públicas”, sostiene.

La clave según el sociólogo es poder “explicarle a los sectores medios y populares cuál es el modelo de país que se pretende imponer desde algunos sectores del poder finaciero global”.  
“Hay que formularle a la sociedad una fuerte disyuntiva: ¿queremos un país que se endeude, que pida prestado al FMI, que devalúe constantemente para engordar a los exportadores? ¿O un modelo de democracia social que vaya ampliando derechos e incluyendo?”, se pregunta.

“La intención es consolidar un modelo de democracia popular y participativa, hay que consolidar un rumbo que favorezca a los sectores populares. En ese marco debería darse una alternancia. Volver para atrás con la Asignación Universal, la estatización del sistema jubilatorio o la nacionalización de YPF sería algo muy negativo”, sintetizó.