¿El macrismo busca instalar la idea de que terminó con "la grieta"?
El funcionario contó una anécdota en relación a sus vínculos familiares durante el kirchnerismo: "Hubo un momento en que dejé de hablar con mi hija y con mi hermana porque eran kirchneristas. Pensábamos diferente pero llegamos un acuerdo", aseguró. Su relato parece formar parte de una estrategia para bajar el tono del dicenso político y fomentar la idea de "reconciliación" entre los argentinos.
El funcionario contó cómo fue la situación familiar en la cual dejó de hablar por cuestiones políticas con su mujer y su hija: "Yo aprendí a convivir, me costó. Como tantos otros argentinos, hubo un momento en el cual dejamos de hablarnos. Hablar de política se convertía en algo complicado", dijo.
"Fue un tema que a mí me obsesionaba mucho ese: ¿por qué nos afectaba tanto? Pero un día nos miramos como en un western y le dije bajito que 'eso de la AUH no había estado tan mal', y ella me dijo lo mismo de las bicisendas, y vimos que había una manera en la cual nuestras diferencias podían coexistir", expresó en Fm Millenium.
El ministro dijo que también lanzó otras declaraciones polémicas como que "el kirchnerismo ya pasó, como pasaron los militares". Su declaración completa fue: "A mí me parecía que cambiarle el nombre al CCK era profundizar una confrontación que no nos hace bien. Yo entiendo que hay mucha gente con el Gobierno anterior. Pero hay un punto en el que el desafío está adelante, no está más atrás. Ya pasó. El kirchnerismo ya pasó, como pasaron los militares. En nuestra historia ya pasó. A mí me importa lo que pasa adentro. El nombre es como las estatuas, las corremos, las cambiamos de lugar. Esas representaciones simbólicas entiendo que puedan tener peso para alguien, para mí no lo tienen. Néstor Kirchner existió, la dictadura militar existió. Ahora yo puedo discutir el pasado. Intentar ir por el 'túnel del tiempo' a corregirlo, o puedo cambiar el futuro. Las posibilidades de cambiar el pasado son nulas".