#Clarínbuitre: la denuncia de Clarín "es un ataque a la libertad de expresión"
La agrupación que lanzó la parodia se refirió de este modo a la denuncia que presentó el Grupo Clarín. La Cámpora explicó que la publicación fue "una actividad militante de concientización" sobre qué pasará si se obedece el fallo del juez Griesa.
Mediante un comunicado, La Cámpora respondió al Grupo Clarín por la denuncia que presentó el multimedio contra la publicación humorística que buscaba reflexionar sobre qué pasará si un futuro presidente pagara el fallo que resolvió juez Thomas Griesa.
La agrupación dijo que la denuncia "es un nuevo ataque a la libertad de expresión".
El "Clarín trucho" es "una actividad militante de concientización". "El enojo, en todo caso, vendrá porque vieron impresa antes de tiempo la tapa que les hubiera gustado imprimir", señalaron.
"Es un nuevo ataque a la libertad de expresión", afirmaron con un comunicado difundido a través de su página web y volvieron a defender al
Por su parte, el abogado representante Clarín había afirmado en declaraciones radiales que ya había acciones legales civiles en curso por "falsificación de marca".
El comunicado completo
El multimedios Clarín mantiene un nuevo ataque a la libertad de expresión de los argentinos, denunciando lo que no es sino una actividad militante de concientización sobre las consecuencias que traería cumplir con lo dictado por el fallo del Juez Griesa.
En un nuevo ataque a la libertad de manifestar las ideas políticas de quienes no se alinean con la defensa de sus intereses, el Grupo Clarín, dueño de cadenas de radios, canales de televisión, diarios que imprimen todos los días el doble de la tirada de este volante, se despachó contra esta organización por hacer lo que claramente es una parodia sin fines de engañar a nadie, ya que es un material firmado y con intenciones humorísticas que cualquiera puede reconocer inmediatamente.
Es extraño pero quienes hace apenas algunos años esgrimían el falso argumento de que no hacía falta regular el mercado de medios con una ley de medios porque “la gente” tenía la libertad para decidir por sí misma qué ver y qué no (a pesar de que concentraban la mayoría de la oferta) ahora denuncian que esa misma gente puede ser engañada con un simple material militante que no tiene por objetivo sino concientizar sobre el conflicto con los fondos buitre.
Más extraño resulta que quienes utilizan cotidianamente “imitadores” como una forma de comunicar su línea editorial a través del entretenimiento, ahora consideren un “ataque a la libertad de expresión” el hecho de realizar una parodia, ya no a una persona, sino a un diario.
El rechazo del Grupo Clarín, y en especial el de sus voceros de turno, no hace sino mostrar que lo que fue descrito en el material repartido se parece bastante a la realidad de todos los días. El nerviosismo de algunos los hace confundir “un ataque” con una actividad militante y una ironía sobre el programa de gobierno de sus candidatos como una predicción sobre el futuro. A esta altura del partido, y con tanta experiencia del Grupo Clarín en publicaciones “truchas”, nadie puede tomar seriamente el argumento del “engaño a los lectores”: el enojo, en todo caso, vendrá porque vieron impresa antes de tiempo la tapa que les hubiera gustado imprimir.