Un cuervo sobrevuela la "propaganda" de Fútbol para Todos
Mi pasión (como la de muchos argentinos) es el fútbol; en mi caso San Lorenzo de Almagro ocupa un lugar importante en mi vida tanto o más que la literatura. El domingo, sufriendo por televisión como River nos bailaba, me entretuve viendo (y tomando nota) de la tan criticada “propaganda” en Fútbol para Todos. Vaya sorpresa me llevé al ver la lista final. La “terrible publicidad oficialista” durante la transmisión del clásico de la fecha fue la siguiente:
Durante el primer y el segundo tiempo del partido aparecieron:
1) Teléfonos (0800-222-1133) y dirección de página web de Sedronar para luchar contra el paco,
2) donación de órganos, página del Incucai, (0800.555.4628),
3) calendario de vacunas (0800-222-1002),
4) programas de canal 7,
5) línea telefónica de atención a las víctimas de violencia de género (144) y
6) ofertas con tarjeta y en cuotas sin interés de vuelos en Aerolíneas Argentinas.
En el entretiempo, durante la pausa publicitaria, la tanda fue la siguiente:
1) Precios cuidados (0-800-666-1518),
2) Mundial de Brasil en la TV (gratis y en HD),
3) institucional de Fútbol para Todos,
4) todos goles de la fecha hasta el momento,
5) Iveco: sponsor oficial de FpT,
6) flash informativo de Visión 7,
7) noticia sobre la primera formación de trenes de las nuevas 25 que llegarán este año para la línea Sarmiento y
8) campaña para demostrar que donar órganos salva vidas (spot).
Reparando en esta lista de la publicidad durante la transición del partido y repasando mentalmente las que recordaba de partidos anteriores (páginas para anotarse a los planes de viviendas, datos para quienes están en edad de jubilarse o para jubilados, cómo terminar de forma accesible y gratuita a los estudios primarios y secundarios, página web de asignaciones familiares, etc.) pensé que Fútbol para Todos no puede ser la discusión de fondo de ningún problema, porque por un lado brinda de manera abierta y gratuita los partidos de fútbol y, por otro, es muy eficiente a la hora de comunicar las obras realizadas y los programas brindados por el Estado.
Por lo tanto la discusión debe ser de fondo: ¿El gobierno debe dar a conocer sus obras, sus programas e informar su postura política en temas sensibles? Si es que no: se acaba toda la discusión. Sin embargo, a mi entender (y al de muchos) el ciudadano debe conocer las obras que realiza el gobierno, los programas que existen, las formas de contactarse y anotarse a los mismos, conocer los medios de accesos y, también, el ciudadano debe saber cuál es la mirada o la postura política del gobierno electo. No me parece pertinente que los 40.000.000 de argentinos deban estar al margen de estos datos, o que le llegue de forma distorsionada por los intereses mezquinos de otras empresas de medios de comunicación masivos. Hay que encontrar la forma más eficaz de informar a semejante masa, lo cual en sí mismo es una tarea titánica.
Ahora, si decidimos que el gobierno debe comunicar estos datos a todos los ciudadanos ¿qué porcentaje tiene que tener la partida de "comunicación" dentro del presupuesto? Insisto, siempre que estemos de acuerdo que cualquier argentino, ya sea el que vive en la Quiaca o el que habita en Ushuaia o en cualquier rincón escondido del país debe tener el mismo derecho a informarse, por lo tanto el Estado debe hacer un esfuerzo económico y de gran efectividad. El fútbol en nuestro país es el acontecimiento cultural de mayor alcance: se consume en la mayoría de los hogares de todas las ciudades y parajes de la Argentina, por lo tanto no hay medio más efectivo para comunicar las obras, los programas y las ideas del gobierno que con el fútbol. El fútbol fue durante muchos años un negocio de empresas privadas que vendía esa pauta publicitaria a marcas de vinos, gaseosas, indumentaria deportiva a miles de millones de pesos (o dólares, moneda con la que le gusta pensar a esas empresas); juntaban miles de millones con la publicidad, con la venta a los cableoperadores, con el decodificador y los extras para ver los clásicos (el famoso (pagar para ver o pay per view). Y como no era suficiente condenaba a la mayoría de los televidentes a ver las tribunas de fútbol durante la transmisión y esperar las repeticiones de los goles a la medianoche del domingo.
Este espacio estaba ocupado con estos negocios, por lo tanto ¿Cómo comunicaban los gobiernos nacionales anteriores sus actos y qué porcentaje del presupuesto general usaban? ¿Cómo comunican los gobiernos municipales o provinciales y que porcentaje usa esa partida presupuestaria?
Por lo general las partidas de dinero eran el mismo porcentaje e iban (o van en el caso de gobiernos locales) a las empresas de comunicación más grandes: a sus medios gráficos, radiales y televisivos. Los grandes beneficiarios de las partidas presupuestaria de comunicación fueron históricamente los medios oligopólicos, a partir de la década del 90 el Grupo Clarín llevó la mayor parte. Los gobiernos municipales y provinciales siguen destinando gran porcentaje de esas partidas a estos medios, donde además por ser clientes compran (sin demasiada garantía) una fuerte protección mediática.
La efectividad en relación al costo de comunicar que tiene el Fútbol para Todos es evidentemente muy alta, su rendimiento es exitoso. Las obras y los programas del estado son conocidos por sus beneficiarios o potenciales beneficiarios: jubilados, estudiantes, no escolarizados, mujeres maltratadas, excluidos, personas sin vivienda propias, etc.
Por todo lo anterior pienso que el tema en discusión del Fútbol para Todos debe ser otro, ya que nadie duda (salvo quienes se beneficiaban económicamente) que el fútbol argentino no debe ser administrado por empresas que escandalosamente abusaron de contratos millonarios, excluyendo a gran parte de los argentinos del espectáculo más popular. Los temas en discusión deben ser 1) si un gobierno debe destinar a comunicar a sus ciudadanos sus actos Y 2) cuánto debe ser el porcentaje del presupuesto que debe destinar un gobierno para comunicar. ¿Qué sería de la existencia de los programas educativos, de viviendas, jubilatorios, de salud si no fuesen conocido por los ciudadanos? Desconocer su existencia sería un fracaso, un gasto inútil en la implementación. Con las obras realizadas por el Estado lo mismo; no ser informadas dejaría afuera de las mismas a millones de argentinos, que se preguntarían que se hace con el dinero de los impuestos (pregunta que los que no quieren estar informados igual se hacen).
En conclusión, en un acto de alquimia, convirtiendo en oro el carbón de la derrota de San Lorenzo, llegué a la idea final que el Fútbol para Todos, además de brindar de manera abierta y gratuita (y en muchos casos en HD), comunica de una forma eficiente lo que se hace con el resto del porcentaje del dinero argentino y se gasta un porcentaje muy bajo (0,6 %) para una tarea tan gigantesca: llegar con información relevante para todos los argentinos.