Bañado por agua, seco de fútbol
Sin la profundidad que logró ante San Lorenzo, ni la tenencia que tuvo ante Tigre, el equipo de Ramón ganó tres puntos importantísimos por la dificultad del rival y la manera en que se dio el partido. El diluvio de Núñez sumado al pobre rendimiento de los 22 futbolistas fue un coctel explosivo que atentó contra el espectáculo y el desarrollo del encuentro.
Salvo la gran tapada del arquero de Arsenal en el amanecer del cotejo, River prácticamente regaló el primer tiempo. No jugó ni presionó. Los dirigidos por Alfaro ganaron cada rebote y fueron dueños de la pelota en cada jugada dividida. Afortunadamente, al ‘Millonario’ le salió muy barato y no sufrió un gol que hubiese desencadenado el malestar y el nerviosismo de la gente.
En la segunda mitad, la cosa cambió. Poco, pero se notó otra energía en los dirigidos por el riojano, que de seguro habrá pegado unos cuantos gritos en el vestuario. River tuvo otra determinación a la hora de ir a buscar el arco de Limia. Tanto fue así, que en la primera ocasión que Vangioni se decidió a desbordar hasta el fondo de la cancha, le cometieron un penal.
Acerca de la polémica decisión que tomó el controversial Pablo Lunati, para mí no es tal. Existió el contacto entre las piernas de Caraglio y Vangioni. La acción comenzó afuera pero terminó adentro del área. Por lo tanto, está bien sancionada la acción. Como mínimo me resultan curiosas las quejas del lado de Arsenal. ¡Justo Arsenal!
Cavenaghi volvió al gol y se sacó la mufa. En una semana, Ariel Rojas se transformó en un pilar del equipo. La defensa –con su formación titular– cumplió y le transmitió seguridad al equipo. Lanzini sigue jugando tirado a la izquierda, como un cuarto volante, posición con la que ha bajado considerablemente su rendimiento y sus aportes ofensivos. Claramente, estacionado en ese sector de la cancha no va a explotar ni aportar todas sus virtudes a sus compañeros.
Al parecer, la irregularidad manda más que nunca en este torneo. Ganar dos partidos parece mucho. Pero cómo vamos a pedir eso sin antes poder mantener el ritmo futbolístico y el nivel durante un encuentro entero.
Con este importante y costoso triunfo, cerramos una semana muy buena donde cosechamos siete puntos sobre nueve disputados. Ahora, quedamos a tres unidades del ficticio líder Colón de Santa Fe, y a dos de Vélez y San Lorenzo –estos últimos seguramente pelearán el campeonato hasta el final–.
La cuenta pendiente de este equipo es sumar cuando juega fuera del Monumental. A propósito de ello, el próximo domingo en Floresta ante All Boys será una prueba de fuego para demostrar y confirmar que estamos para cosas importantes.