El presidente Javier Gerardo Milei no viajará a Asunción para participar de la cumbre de presidentes del Mercosur. En un claro retroceso a los lazos con los socios de la región, demuestra que puede viajar miles de kilómetros para contentar a Ucrania, pero desiste de reunirse con países hermanos. De esta manera evita un posible cruce con Lula, quien le solicitó a partir de una entrevista, que le pida disculpas a él y al pueblo brasileño.

Desde que asumió la presidencia, Javier Milei ha dado un rumbo inédito en las políticas internacionales de la Argentina. Siendo el presidente que más viajes ha tenido en seis meses de mandato, no ha logrado inversiones extranjeras en el país, y se lo ha visto más como un turista que viaja con su hermana para recibir premios de lugares que consienten su forma de pensar, que como un presidente que representa a su pueblo.

Además, en una manía por contentar a Estados Unidos, se manifestó a favor de Israel, negando el genocidio frente al pueblo palestino, y por si fuera poco rompió la histórica neutralidad argentina al apoyar a Ucrania en la guerra con Rusia. Tal es así que luego de participar en Italia del G7, Milei hizo escala en Suiza para participar de una absurda “Cumbre por la paz” promovida por el presidente ucraniano Volodimir Zelenski, a la que extrañamente Rusia no fue invitada.

Pero para peor, Milei en el poder, ha llevado a la Argentina a distanciarse de los países de la región. Ha tenido críticas de Luís Lacalle Pou en la cena de la Fundación Libertad, hace poco tuvo un insólito conflicto limítrofe con Chile, y no se manifestó en contra del reciente intento de golpe de Estado a Luís Arce en Bolivia. Para tomar real dimensión, a excepción del presidente de Paraguay, Santiago Peña, a quien recibió en febrero, Milei no ha tenido conversaciones mano a mano con sus socios del Mercosur. Además, el presidente de Brasil señaló que desea recibir un pedido de disculpas hacia su persona y al pueblo brasileño por los dichos de Milei.

Frente a esto, el líder de La Libertad Avanza ha decidido seguir tensando las relaciones con los socios de la región, y se ausentará de la cumbre de mandatarios del Mercosur en Asunción, la primera durante su gestión. De esta manera, evita un encuentro con su par de Brasil, al cual le envió una carta para pedirle que lo reciba, pero la respuesta fue contundente, para eso se debe retractar de los dichos realizados con aires violentos.

Ante esta situación, la delegación argentina estará a cargo de la Canciller Diana Mondino y de un miembro de la casta con la que negocia el gobierno, el diputado Fernando Iglesias.