Pánico en el cine argentino
Una crónica sobre salud mental y cine pago.
El presente artículo está lejos de abordar la salida de Alejandro Cacetta del INCAA, y la polémica por la operación política de Fienmann, el malo. Acá se va a hablar de cine y gestión cultural.
Cine.ar es un nuevo servicio streaming que ofrece el INCAA para poder consumir productos culturales nacionales. Esta página es la nueva versión de Odeón, el Netflix nac & pop.
Lo que se buscó desde la cartera es unificar bajo la marca Cine.Ar todos los espacios, las pantallas y señales de difusión de películas argentinas que funcionan dentro del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales. Es decir que el canal Incaa TV pasará a llamarse Cine.Ar TV, la plataforma streaming Odeón será Cine.Ar. Play y los 80 Espacios Incaa del país llevará el nombre de Cine.Ar Sala.
Pero detengamosnos en Odeon, ésta fue una página web que se inaguró en la anterior gestión del INCAA, para difundir el cine de producción nacional. Solamente inscribiéndote con tu correo electrónico, podías acceder a gran parte de la filmografía nacional. Se podían ver una amplia gama de films, desde películas recuperadas de la época del cine de oro nacional, hasta otras de reciente estreno. Como todas las ideas, en su origen tienen buena intenciones. Odeon quería hacer llegar a los internautas, de manera gratuita, nuestro cine. Se quiso estimular el consumo de producciones argentinas para luchar contra el estigma antipatria del “yo no consumo cine argentino.”
La página no tuvo mucho éxito, no se promocionó de manera adecuada, y tampoco contaba con contenidos atractivos que te inviten a tenerla en cuenta a la hora de buscar una película. El servicio no era bueno, se podía “colgar” la reproducción y no podías adelantar el contenido. Las buenas intenciones, y la excelente política cultural detrás de Odeon, no supieron hacerla competitiva en el feróz mercado audiovisual del sábado a la noche.
En la versión Cambiemos, el nombre muda de Odeon a Cine.Ar Play, donde con una mejor presentación y con un lenguaje más amigable se puede consumir cine nacional, pero de manera paga. ¿Cultura para pocos? La respuesta no es absoluta. La nueva página cuenta con la batería de films de libre acceso, aunque no es abundante. Hay una nueva clasificación, y se agregaron novelas, series web, documentales, clásicos, etc.
Lo novedoso, atractivo y polémico es que hay estrenos, pero tenés que ingresar los números de tu tarjeta de crédito para poder acceder a ellos. Aquí es donde hay dos bibliotecas, una dice que el acceso a los bienes culturales debería estar garantizado por el Estado. La otra, fría y privatizadora, afirma que para hacer sustentable un proyecto, se necesita de la financiación privada. Hay que estar atentos acá, cuando hablamos de financiación, no estamos hablando de la tierra prometida de las inversiones que nunca llegaron, sino de pagar una entrada para ir al cine.
Es en este punto donde me encontré con “Ataque de Pánico”, un documental dirigido por Ernesto Ardito y estrenado de manera online en Cine.ar. Esta producción hace un recorrido por una de las enfermedades mentales que sube en las estadísticas mundiales, el temido panic attack.
El film nos describe, a través de la voz de pacientes, la asfixiante sensación que padecen estas personas en el momento de la crisis. El estigma que sufren las personas que, simplemente, están enfermas, y como la sociedad crea el terreno fértil para que se disparen estas patologías.
El documental logra con creces su objetivo de transmitir la sensación de agobio, miedo, dolor y sufrimiento. Aunque por momentos se puede tornar espesa, no es una película para cobardes, es para personas que se animen a viajar a los lugares de la mente humana que limitan con la locura.
El punto fuerte de la película es la puesta en contexto de éste trastorno, las causas sociales de las enfermedades, en este caso el estrés, el ritmo de vida vertiginoso, la velocidad, la ansiedad, la invasión comunicativa, el exceso de información, los estándares de vida exigidos, los modelos sociales, los valores impulsados por la moda, el life style y el NO lugar para el dolor en la sociedad posmoderna. Queda claro en el ataque de pánico es un termómetro para saber cómo está la sociedad en que vivimos. Así como en la época victoriana donde vivió Sigmund Freud, abundaban las “histéricas”, ahora se reproducen los panicosos.
La producción de Ardito no es una película amigable porque el tema que aborda no lo es. Es aspera, intensa y reflexiva. Es un film de festival, pero en el sillón de tu casa.
Cine.ar Paly es una nueva forma que tenemos para consumir películas nacionales, nos acerca a la comodidad de nuestra casa películas de calidad, a un bajo costo. Nos permite ver producciones que tal vez están últimas en nuestra lista preferencias para ir a ver la Gaumont.
Para finalizar, si esta plataforma streaming es la única forma que tiene el INCAA de promocionar el cine nacional, es pobre y restrictiva. En materia de políticas culturales, todos sospechamos que la gestión de Cambiemos no dará un gran salto, sino todo lo contrario. Pero solo el tiempo dirá si esto se confirma, por el momento acceder a contenidos en la comodidad de tu casa, implica usar la tarjeta de crédito.