El gobierno del presidente Javier Milei, a través de su Secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, Daniel Scioli, festejó que durante los feriados “se movilizaron un 15% más de personas que en 2023”. Sin embargo, cuando uno hace un correcto análisis, se encuentra que este año, los turistas tuvieron siete días para viajar, cuando hace un año tuvieron cuatro.

Así como en una tabla de Excel festeja el superávit fiscal ocultando la licuación de salarios y jubilaciones, al libertario le gusta engañar en todos los ámbitos posibles. Eso sí, no siempre el encargado de producir y/o festejar las mentiras debe ser él. En este caso fue uno de sus funcionarios, alguien que forma parte del grupo de la casta, la cual el presidente afirmó que iba a combatir, pero solo la hace más rica día a día.

Fue el Secretario de Turismo, Ambiente y Deportes Daniel Scioli, quien esta vez se manifestó en su cuenta de X, compartiendo la información de que durante este fin de semana largo, se movilizaron alrededor de un 15% más de personas que el año pasado. Lo cierto es que, en los números brindados por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), se aclara que durante el 2023 el feriado fue de cuatro días, mientras que este año combinación mediante, fueron 7. Es decir, casi el doble.

Lo más agravante, que plasma la triste realidad de los argentinos que el gobierno quiere ocultar, es que el gasto realizado fue más austero. Aun sumando los dos feriados, se gastó en total $384.869 millones (US$ 418 millones). Lo que supone un 4% menos en pesos, a precios reales, que lo que se gastó en solo cuatro días del 2023. Otro de los datos que da a conocer CAME es que, durante el fin de semana con el feriado correspondiente al pase a la inmortalidad de Martín Miguel de Güemes, hubo muchas promociones que reactivaron el turismo, industria que viene en una marcada caída desde enero de 2024.

Queda claro que los números fueron malos, y que el gobierno de La Libertad Avanza nuevamente busca desinformar y dar buenas noticias, cuando cada vez la población la pasa peor. Lo más penoso es ver que la gente viaja menos por el país, pero al mismo tiempo, el presidente y su círculo íntimo se la pasa de turista, recibiendo premios a título personal, y visitando amigos, por el Mundo.