El suspenso ha terminado. Los candidatos tienen nombre y apellido en cada una de las listas. El novato Frente Unión Ciudadana ha conformado una lista de diputados atractiva en la Provincia de Buenos Aires, una asignatura donde Cristina Fernández ha tenido falencias notorias. Está en línea con su discurso en el multitudinario acto de la cancha de Arsenal Ha privilegiado la diversidad dentro de una línea homogénea. El primer lugar quedó reservado a la economista Fernanda Vallejos, ex funcionaria del Ministerio de Economía en el sector Cuentas Nacionales, cercana a los grupos juveniles, mediática, que será conveniente que supere su verborrágico discurso a cassette. Sino corrige su propensión al monólogo blindado, puede derrumbar la imagen de renovación levantada. Dos jóvenes y promisorios sindicalistas como  Vanesa Siley en el cuarto lugar y Walter Correa en el décimo a lo que se suma el veterano Hugo Yaski en el sexto, implica la presencia de la representación de los trabajadores. La ciencia tiene su lugar privilegiado en el ex titular del Conicet, Roberto Salvarezza, candidato en segundo lugar.  El ex intendente de la Matanza Fernando Espinoza está en tercer lugar y Daniel Scioli fue ubicado en el quinto, una posición lejana para un ex candidato Presidente, pero adecuado dado su actual desgaste político. La primera Camporista, poco conocida, es Laura Alonso y está novena detrás de Leopoldo Moreau.  Lo de Fernando Espinoza es uno de los muchos absurdos que el movimiento de los trebejos en el tablero político ha producido: es el presidente del Partido Justicialista de la Provincia y compite desde otro partido con el que preside.

Cristina, al llevar de acompañante a senador a Jorge Taiana repara una de las injusticias que cometió durante su Presidencia. 

El Frente Renovador postuló como candidatos a Senador a la pareja política Sergio Massa y Margarita Stolbizer. Su lista de diputados en la Provincia es interesante, encabezada por Felipe Solá, Mirta Tundis, Daniel Arroyo y Jorge Sarghini en los primeros puestos. “Cambiemos” mantiene lo que se había adelantado, con Estaban Bullrich y Gladys González candidatos a Senadores y la de diputados encabezada por la oscilante Graciela Ocaña, y luego Héctor Totí Flores (que es el pobre en un partido orientado hacia los ricos) Guillermo Montenegro y Marcela Campagnoli. El segundo y el cuarto lugar están ocupados  por soldados de Carrió, lo que revela el peso de la chaqueña en la lista. El que se quedó con el sello PJ, el ex Ministro Aníbal Florencio Randazzo, es acompañado en su postulación a Senador por la abogada Florencia Casamiquela y su primer candidato es el intendente de Bolívar Eduardo Bucca, seguido por Juan Manuel Abal Medina. La sorpresa es el quinto lugar para el especialista en seguridad Marcelo Saín. En la izquierda no hay sorpresas, salvo la permanencia en el tiempo del FIT; los jóvenes Nicolás del Caño y Miriam Bregman, que fueron su fórmula presidencial en las últimas elecciones, ahora candidatos a cargos legislativos, el primero en la provincia de Buenos Aires y la segunda en la Ciudad de Buenos Aires, le dan un aire renovado y mucho menos dogmático.       

ESCENARIO POLÍTICO

Argentina es un escenario complejo y contradictorio. Un partido nacido de la crisis del 2001, creado por uno de los empresarios más ricos del país, conocido nacionalmente por haber sido presidente de Boca, en sólo 14 años rompió el tradicional predominio peronista o radical, y con ideología de derecha envuelto en los tramos finales en un marketing de camaleón, derrotó al kirchnerismo, versión aggiornada aunque menor, del peronismo histórico de 1945 a 1955. Ese partido, el Pro, aliado al radicalismo, constituyeron un matrimonio de conveniencia, en donde cada uno tenía lo que carecía el otro: Macri aportaba su figura de proyección nacional, siendo entonces un partido distrital y el radicalismo ponía su presencia nacional pero carente de un candidato con posibilidades electorales. En 18 meses, el PRO se va apoderando del radicalismo, a través de una transfusión de votos, del más antiguo de los partidos nacionales al más novato. El partido de Yrigoyen, lentamente se va transformando, según una humorada que circula, atribuida a Polito, de ser “una especie en extinción para pasar a ser temporalmente una especie protegida” a lo que conviene agregarle donde lo van cocinando a fuego lento.

Que en la Argentina la foto de un momento se convierte en una película diferente y sorprendente lo demuestra el PRO, qué en el 2013, no estuvo en condiciones de anotar una lista propia en la Provincia de Buenos Aires. Incluso en febrero del 2015 no tenían existencia válida, ya que la Junta Electoral Bonaerense había ordenado la caducidad de su personería jurídica. Unos meses más tarde daba el batacazo ganando la principal provincia con su as de espada María Eugenia Vidal. Menos de dos años después “Cambiemos” jugará con ese sello en 23 de los 24 distritos, menos en su lugar de origen, la Capital Federal, otra exteriorización del papel subalterno, servil, de los radicales. Claro mensaje del macrismo: en el único lugar donde no necesita del radicalismo, va solo. 

A su vez la presencia nacional del Frente para la Victoria- Justicialismo se ha ido disgregando al punto tal que en octubre de este año la suma de votos a nivel nacional parece un resultado cantado.

El peronismo viene sufriendo un proceso de fragmentación desde la crisis del 2001, donde Eduardo Duhalde originó una interna abierta en la elección presidencial del 2003 para evitar el triunfo de Carlos Menem en una interna partidaria, se disciplinó bajo la conducción de Nestor Kirchner y fue volviendo lentamente a una situación parecida al 2001, tras la escisión de Sergio Massa del 2013,  y la derrota del 2015. 

En poco tiempo los actores en su distribución y posibilidades a nivel nacional están invertidos. A su vez Cristina Fernández es la única capaz de llenar un estadio pero sus fuerzas se han reducido territorialmente a un segundo puesto en la Capital Federal, alrededor de un 25%, y en la Provincia de Buenos Aires, su inserción es muy importante, en el segundo y tercer cordón, diluyéndose a medida que se aleja de esa geografía favorable. La ex Presidenta seleccionó a Macri, durante su gobierno, cómo adversario principal. Hoy Macri elige a Cristina Fernández como el enemigo a derrotar. Se asume como el futuro para derrotar el pasado. Un manejo maniqueo motorizado por jueces que en nombre del Poder Judicial e invocando una justicia que han ultrajado, avanzarán en las causas contra Cristina Fernández de acuerdo a las necesidades del cronograma electoral, algunas tan descabelladas como el dólar futuro, o el  de traición a la Patria por la firma del Memorándum con Irán, y el delirio llega a su cúspide si la terminan procesando por la instigación al asesinato del fiscal Nisman, un caso que hasta el momento tiene todas las características de un suicidio. Puede consolarse mirando la historia. El huracán de odio de la Fusiladora también lo acusó a Perón de traición a la patria. Paradoja histórica: los que la venden  acusan de traición a los que la defienden.    

Pero si esto resulta medianamente sorprendente, no lo es menos que un gobierno cuyos resultados económicos son desastrosos, aunque la mayoría de ellos premeditadamente buscados, a escasos  cuatro meses de las elecciones de octubre, mantiene altas expectativas electorales. Este es uno de los fenómenos más interesantes y sorprendentes que no sido suficientemente analizado.

INTENTO DE INTERPRETACIÓN 

¿Cómo es posible que después de casi dos años donde el gobierno ha expuesto su peor cara, están lejos de haberse agotado sus posibilidades electorales?

Una encuesta de Isonomía, más allá de los porcentajes y su verosimilitud, da  pie para entender este fenómeno tan particular. A la pregunta de cómo está con relación al 2016, un 38% afirma que está peor y un 33% afirma que está igual. O sea un 71% no está mejor con el gobierno de Mauricio Macri. Pero cuando se pide que expliquen la falta de resultados un 47% considera que hay que darle tiempo al gobierno. Y cuando se le pregunta cuáles son sus expectativas, un 58% supone que en el 2018 estará mejor.

Entre la comprensión de la falta de tiempo para apreciar buenos resultados y las optimistas expectativas de cara al próximo año, son los dos sostenes  que mantiene bien posicionado a un gobierno que aumentó la desocupación, endeudó el país en forma superlativa, aumentó el déficit fiscal, desinfló el consumo, aumentó la pobreza, decreció el PBI, intensificó la recesión, produjo un fuerte proceso de desindustrialización, una distribución regresiva del ingreso, al tiempo que el salario perdía poder adquisitivo entre un 6 y un 10 %. Y para completar el panorama abrió la importación y alienta la timba financiera. Una administración que con una planilla de Excel en la cabeza y un témpano en el corazón, suprime buena parte de los programas sociales atacando a discapacitados, reduciendo los remedios a los jubilados, suspendiendo el Plan Progresar para los jóvenes, o interrumpiendo la entrega de computadoras a los alumnos de los colegios. Sólo unos pocos ejemplos de una amplia variedad de inequidades.

Se manejan con una torpeza notable por arriba, lo que lleva a la subestimación de sus referentes y del presidente, pero por debajo lo hacen con habilidad y tienen un manejo del marketing esmerado.

El sociólogo Gabriel Vommaro, un especialista que ha estudiado en profundidad al macrismo ha escrito: “La movilización de los CEO, comenzó mucho antes de tener que conformar gabinetes. Esos gabinetes pueden ser vistos como el punto de llegada de una larga marcha que consistió en esta movilización y politización de un universo que, desde los años 90, se había replegado masivamente de la actividad política y miraba con desconfianza – y con superioridad – a los políticos profesionales. Agentes centrales de un capitalismo globalizado y flexible, portadores de la promesa de una modernización para las economías periféricas demasiado expuestas a los “engaños del populismo” y conectados con los países del norte, pero también a la región, a través de los caminos señalizados por las corporaciones en lo que hacían carrera, ….los CEO y su medio social se politizaron y entendieron que era necesario “meterse en política”, o al menos en la función pública, para que el Estado hablara por fin el lenguaje de la globalización……La movilización de los CEO significaba llevar al Estado la eficiencia del mundo privado. Darle a la política algo que no tenía……..Si, se puede significaba, en cierta forma, si es posible gobernar un país dominado por las fuerzas nacional populares y por una clase política que no se recluta, como en otros países, sólo en las elites sociales. “Si, se puede” gobernar un país plebeyo en el que, además, los empresarios y sus cuadros dirigentes no gozan de especial estima pública. Como parte de esta cruzada hicieron de la oposición al populismo, que ya era una bandera de las derechas regionales en los años 90, una parte central de su estrategia……Por primera vez, parece ser cierto que una de las partes de las elites sociales y económicas “si pueden” gobernar el país plebeyo, domar sus “procesos”; en cambio, aparecen más dificultades para que “si, se puede” realizar el cambio cultural del que son portadoras. Por momentos, como gobierno de normalización, Cambiemos parece tener una política de bajo vuelo fuera de esos grupos, poderosos pero ciertamente minoritarios, en los que aún resuenan los pechos que se golpean por haber vencido al “engaño populista”” 

LA DERROTA EN LA BATALLA CULTURAL 

Uno de los frentes donde se libra de la batalla y se pierde es la cultural. Anécdota real:  sucedió en el bar Balcarce de Paraná y Tucumán. Una mujer de alrededor de 65 años pide un diario y le traen Página 12. Sorprendida por lo inusual de la situación, comenta por fin un bar con un diario que no sea Clarín y La Nación. Reacciona el mozo quien le contesta que el votó a Macri y que lo volverá a hacerlo porque estamos como estamos debido a que Cristina se robó todo. La clienta le pregunta si sabe cómo hizo la fortuna Macri, a lo que el mozo le responde que no le importa porque Macri fue empresario y podía hacer con lo ganado lo que quisiera. La mujer le intenta explicar lo de la estatización de la deuda privada que favoreció al grupo Macri en 700 millones de dólares, los Panamá Papers, que han sido beneficiarios de la patria contratista, pero es inútil, porque el empleado repite como una letanía: “Son unos ladrones, se robaron todo”

La escena tiene los actores invertidos: la señora podía ser una votante de “Cambiemos” y el mozo un seguidor de Cristina Fernández, pero la realidad es más rica que los estereotipos.

El empleado del bar, debería escuchar al ex presidente de Ecuador, Rafael Correa, aunque sería difícil asegurar que fuera convencido, cuando despidiéndose de los maestros de su país recordó como gente no afectada por el proyecto de gravar la trasmisión de bienes por muerte del causante con el impuesto a la herencia, salió a apoyar a los que se movilizaban porque si se sentían perjudicados. Sectores medios y populares defendiendo el interés de los más poderosos. Una versión ecuatoriana de lo que pasó en la Argentina con la Resolución 125. Recurrió a los personajes muy conocidos del “Chavo del 8”. Dijo Correa: “La mayor de las oportunidades es educarse convenientemente. Nunca más esa educación como mercancía, peor aún como limosna. Uno de mis más grandes fracasos, es no haber podido cambiar la mentalidad de los hijos de la burguesía. Mentalidad trasmitida lastimosamente a los hijos de los que pretenden ser nuevos burgueses. Por ejemplo, cuando salieron a defender, una minoría, herencias reales, y una mayoría herencias que nunca iban a tener. Y esa mayoría que defendían herencias que nunca tendrían, los hijos de las nuevas Doñas Florindas, que apenas tuvieron más que el resto, empezaron llamar chusmas a los demás, a maltratar a los sencillos obreros, a los Don Ramones, a engreír a sus malcriados hijos Quicos y a votar por gente de bien como el capitalista compasivo de Don Barriga. Uds. maestros son claves para lograr el proceso de cambio, Para evitar que la gente vote contra sus propios intereses. Que jamás un explotado vuelva a votar por su explotador. Son Uds. los responsables de proveer una educación verdaderamente liberadora”

La batalla ganada por el neoliberalismo transmitida brutalmente por la dictadura establishment-militar, y luego durante el menemismo, con la seducción del acceso al paraíso por el esfuerzo individual, la exaltación obscena del individualismo, el desgarro profundo del entretejido social, es explicada claramente por el escritor Fernando D´addario: “El veneno inoculado produjo un efecto inmuno-tóxico: convenció a mucha gente de que si no tiene derecho a vivir mejor, ahora al menos si tiene el derecho a que los Otros vivan peor. Es el nuevo empoderamiento. El mecanismo discursivo persuadió a millones, por ejemplo, sobre la inutilidad de exigir que el PAMI siga entregando medicamentos gratuitos a sus afiliados ( “hacen lo que pueden, con lo que le dejaron….); a cambio, los motivó exigir que la Anses “deje de mantener a esa manga de vagos que viven de los planes”. Instaló la idea, aceptada con resignación fatalista, de que a los empresarios no les queda más remedio que despedir empleados y precarizar puestos de trabajo; como contrapartida, promovió un entusiasmo cualunquista contra los extranjeros “que le sacan el laburo a los argentinos” La ampliación de derechos incluye, claro, al comerciante que no le vende a nadie pero que ha sido empoderado para reclamar que “limpien las calles de  piqueteros y manteros que impiden la libre circulación. La ley pareja para todos……….Hay que desandar el tobogán cultural. No sea cosa que, en la próxima campaña, retomen el viejo lema “los únicos privilegiados son los niños” para eliminar la Asignación Universal por Hijo”

CRISTINA  EN ARSENAL

En uno de sus mejores actos, la ex presidenta cambió de escenografía, limitó la extensión de su discurso a apenas 40 minutos, y se presentó como lo que es, la crítica más firme y consistente de los desaguisados macristas. Lo expuso con claridad meridiana: “Necesitamos ponerle un límite a este gobierno en las próximas elecciones” Evitó todo tipo de confrontación hacia adentro y sintetizó lo que había producido el macrismo en todos los sectores sociales: “Nos han desorganizado la vida” Y luego hizo subir al escenario al inmenso arco de afectados por las políticas económicas y sociales del macrismo. Su discurso, con la potencia que la caracteriza galvanizó hacia adentro y se dirigió hacia el 30% fluctuante del electorado que define las elecciones. Una estrategia política acertada que abandonó en su segundo mandato.

Florencio Randazzo quedó aislado, decidió mantenerse firme abrazado a su slogan “Cumple”, no aceptó los acercamientos y ofrecimientos de la ex Presidenta, y más allá de sus reales intenciones, objetivamente juega a favor del macrismo y del círculo rojo.

Su objetivo no fue nunca un cargo en estas elecciones, sino competir en una interna con Cristina, y sacar un porcentaje de votos que lo posicionara de cara a las elecciones del 2019.  Su carrera la puso por delante de un proyecto del que formó parte. Eso que el primer presidente radical  denominó “patéticas miserabilidades”. Incluso en el encuentro nocturno entre ambos en la noche del 23 de junio, según los trascendidos, rechazó todas las propuestas que la ex Presidenta le propuso  

MAURICIO MACRI EN ROSARIO

El presidente realiza actos donde el pueblo está ausente, rodeado de gendarmes y policías y con un grupo de alumnos previamente seleccionados, que no evita que algunos padres de los mismos lo increpen como mentiroso o le recuerden las deudas contraídas a cien años. Con una ignorancia supina de la historia asocia a Belgrano con su consigna de “Sí, se puede”. Posible coautor con Mariano Moreno del “Plan Secreto de Operaciones” el proyecto jacobino del gobierno surgido el 25 de mayo de 1810, fuertemente estatizante. Además entre otras cosas escribió: “Todas las naciones cultas se esmeran que sus materias primas no salgan de sus Estados a manufacturarse y todo su empeño en darles nueva forma, sino aún extraer del extranjero productos para ejecutar los mismos y después venderlos. Nadie ignora que la transformación que se da de la materia prima, le da un valor excedente, al que tiene aquella en bruto.. lo que no se conseguirá si nos contentamos en vender, cambiar o permutar la materia prima por las manufacturas” .

El agudo analista del establishment, Eduardo Fidanza escribió: “Para tener una idea de la resonancia de ambos discursos, puede recurrirse a You Tube: hasta el viernes 23 de junio por la tarde, el video completo (de Cristina Fernández) había recibido 397 mil visitas lo que contrasta con las 67 mil entradas al discurso del Presidente el mismo día. Son hechos significativos, cuyo sentido debe desentrañarse, para entender que puede estar ocurriéndole a la sociedad”               

ESCENARIO COMPLEJO  Y CONTRADICTORIO 

Si alguno de los modelos en pugna se impone definitivamente como es el objetivo último del macrismo y de la oposición oficialista de Sergio Massa, las elecciones legislativas no serían más que eso. Pero mientras la Argentina tenga su tradicional equilibrio inestable, cada elección es un combate dentro de una larga batalla. Lo saben claramente, el establishment, los medios que lo expresan y sus escribas editorialistas. Así escribió Ricardo Roa el 25 de junio: “Macri sabe que la garantía de la segunda parte de su mandato depende de estos comicios. Con la polarización ha jugado poco menos que a todo o nada. Ganará la elección nacional pero engordó tanto a Cristina que se compró un problema. Si pierde ante Cristina en Buenos Aires, la tendrá bien complicada”

El escenario como se ve es complejo y contradictorio, al punto que hasta los que habitualmente mienten, a veces hasta dicen la verdad.

A su vez para Cristina Fernández es una jugada fuerte de alto riesgo, a la que se compromete, no por deseo sino por imperio de las circunstancias. Lo sintetizó correctamente el periodista Alberto Dearriba: “El resultado electoral dirá si la historia ubica ineludiblemente a Cristina Fernández de cara al 2019, o si la envía a descansar al sur”.