El gataflorismo
El gataflorismo expresa un estado de insatisfacción permanente, que lleva al que lo padece a que aliente una decisión en un sentido y cuando la misma es concretada aboga por la contraria. Está relacionada con cierta característica del pene de los gatos, que están provistos de espículas que rasgan la mucosa de la vagina, lo que explica el extraño comportamiento (para los humanos) de las gatas.
Durante 25 años fui gerente de una empresa textil. El dueño, comerciante de notable olfato para concretar negocios rentables, era un claro ejemplo de gataflorismo. Si se vendía mucho, la cuenta corriente aumentaba porque su ritmo de crecimiento superaba al de las cobranzas. Entonces se quejaba que se cobraba poco. Cuando las ventas disminuían y el flujo de cobranzas superaba a la facturación, como consecuencia de lo cual bajaba el monto a cobrar, se alarmaba por su decremento y manifestaba su honda aflicción.
En la política argentina, en medio de una divisoria de aguas que encuentra a la oposición enfrentada visceralmente al gobierno, el gataflorismo se adueña del escenario.
Algunos ejemplos a título meramente enunciativo, porque la lista es interminable:
1. Se afirmaba que la Argentina estaba excluida del mundo porque no cancelaba la deuda con el Club de París originada en 1956 con sucesivos incrementos y refinanciaciones. El gobierno puso como condición la abstención del FMI en toda la negociación. Finalmente se llegó a la cifra de 9.700 millones de dólares, pagaderos en cinco años, de los cuales el actual gobierno pagará 1150 millones. Las críticas, de los mismos que solicitaban el pago, se bifurcaron: unos sostuvieron que el gobierno deja para el próximo una parte importante de la deuda; otros se centran que con la intervención del Fondo se podía pagar a 14 años; otros que se paga más de lo estimado. En el primer caso, la única forma de evitar trasladar la deuda hubiera sido pagar el total con las reservas, con lo que centrarían la crítica en por qué no aprovechar la financiación. Los que apuntan a un plazo mayor de pago y al mismo tiempo critican el traslado de la deuda a los próximos gobiernos, son un ejemplo ilustrativo de lo que constituye un oxímoron.
2. Están también los que afirman que no había que pagar nada, por ser parte de la deuda fraudulenta. Se inscriben en esa tesitura el economista Claudio Lozano y Pino Solanas. Antiguamente socios políticos, ambos estuvieron en la trinchera equivocada en el conflicto de las patronales del campo. El arrojo verbal de ambos se derrite cuando entran en los estudios del grupo Clarín donde omiten cualquier referencia a la forma de actuar del oligopolio. En el caso de Pino, sus valientes proclamas de la megaminería y a favor de la nacionalización de los recursos naturales, ahora los piensa concretar aliado a “revolucionarios” como Binner, Morales, Carrió y Aguad, lo que constituye una humorada digna de la revista Barcelona.
3. Otra críticas, como las del economista de UNEN Adolfo Prat Gay, administrador de los fondos de la sucesión de Amalita Fortabat después de haber sido ejecutivo del GP Morgan, sostiene que el acuerdo debió realizarse en el 2003. El gobierno estaba en cesación de pagos y negociando una quita de la deuda con los tenedores de los títulos de la deuda externa. El gobierno intentó pagar en el 2008, justo cuando la crisis mundial empezó a arrasar partes del planeta a partir de la caída de Lehman Brothers. El economista recuerda a aquellos hinchas que realizan en las tribunas todos los goles que sus jugadores no concretan en la cancha.
4. Otro ejemplo fue el pago de la expropiación de Repsol. Denominada erróneamente por los medios dominantes y Mauricio Macri como confiscación, se decidió comprar el 51% de YPF, recuperando el manejo de una empresa estratégica, luego de muchos errores cometidos en la materia por el kirchnerismo. Se afirmaba que “la confiscación” alejaba las inversiones y provocaba que nos cayéramos del planeta. Comprado finalmente el 51% en 5000 millones de dólares con bonos que vencen en buena parte en el 2024, se criticó el monto, la forma de pago, y como siempre que buena parte de la deuda queda para gobiernos futuros. Llamativamente, los que solicitaban pagar para no caernos del mundo, terminan criticando que se financie el mismo a largo plazo trasladándolos a otros gobiernos. Especialistas en mirar siempre la parte vacía del vaso, omiten destacar que con la compra, los futuros gobiernos tendrán los beneficios de la explotación del yacimiento de Vaca Muerta.
Estos señalamientos se realizan simultáneamente con los que apuntan que este gobierno es el que ha pagado cifras siderales de deuda externa.
Omiten entonces que la baja significativa de la relación deuda sobre el PBI que el gobierno deja a su sucesor, es la contracara de lo que ahora se señala. 5. Otra afirmación es que todos los demás países de América Latina obtienen préstamos a tasa de interés entre el 3 y el 4%. Olvidan (?) que la Argentina entró en cesación de pagos en el 2001 y luego realizó la quita de deuda más importante de la historia. Cualquiera sabe que si una empresa se presenta en convocatoria y luego continúa operando, sus condiciones de compra y financiación cambian radicalmente con relación a aquellos que no han pasado por esa situación. 6. Como nota de color para bajarle el precio a determinadas soluciones, recurriendo a pintorescos argumentos, más allá de la valoración particular que cada uno realice, la corresponsal de Clarín en París, María Laura Avignolo tituló el 30 de mayo: “Fue una larga noche en vela en la que los argentinos agotaron a los europeos” y luego desarrolla: “Una larga noche en vela fue la estrategia utilizada por estos funcionarios jóvenes del Ministerio de Economía argentino, encabezados por un ministro de 42 años, que agotó a los delegados de los países acreedores, con un inesperado hábito de vida. Los británicos, japoneses, americanos, holandeses que tienen la regimentaria costumbre de comer a las 18 horas y dormir temprano, se enfrentaron a una maratón de 21 horas, que los dejó insomnes, cansados y sin energía. Kicillof y su equipo de “Fútbol 5” se habían ido a la cama a las 3 del día anterior, tras 18 horas de vuelo, para dar los últimos toques”. Si María Laura cree que se logró un éxito por una cuestión atlética, su compañero Marcelo Bonelli, más clarinista que Clarín tituló: “Un acuerdo fácil: Kicillof aceptó todas las condiciones”, mientras que el jefe de la sección de economía del diario de Ernestina y Magnetto, el economista Daniel Fernández Canedo, se pregunta: “Si el acuerdo es ventajoso, ¿por qué no se aprovecharon esas ventajas hace tiempo? ¿por qué no se negoció antes?
En otro terreno pero estrechamente vinculado, los que solicitaban justificadamente conferencias de prensa, brillan por sus ausencias a las que diariamente efectúa el jefe de gabinete Jorge Capitanich.
Es el mismo funcionario que es requerido para que cumpla con su obligación de concurrir mensualmente al Congreso, compromiso que realiza puntualmente, la mayor parte de la oposición legislativa se retira para reemplazar su lugar de trabajo que es el Congreso por los programas de canales amigos.
El gataflorismo se adueña del escenario. Es un tema más para zoólogos que para analistas políticos y económicos.