El 8M no es cosa de hombres
Es una decisión: me quedo, no salgo, no es mi lugar, es el espacio ganado por ellas, es su victoria, su resistencia y su lucha. Muchos lugares fueron y son de los hombres pero a fuerza de ir destituyendo a las mujeres. Creo que un hombre en esta movilización es un invasor en el territorio de la mujer. Sola ellas, las mujeres, son las que deben salir y llenar las calles y que sus voces, gritos, cantos y carteles nos sigan interpelando, ese es nuestro lugar en el 8M: la escucha, el replanteo y el cambio. El 8 M es una metáfora que condensa muchos sentidos. Es el “Día Internacional de la Mujer” y es un Paro para homenajear y recordar a las mujeres asesinadas, para visibilizar las diversas formas de la violencia y de aplastamiento subjetivo que sufrieron y sufren las mujeres en todo el mundo. La violencia machista no cesa, aparece en sus formas más sutiles, pero también en acosos constantes y en horrorosas listas que crecen cada día con un nuevo femicidio, lesbicidio o transfemicidio. El aborto sigue siendo clandestino porque los hombres ligados al poder deciden sobre el cuerpo de la mujer, tenga 11 o 30 años. Las mujeres todavía son víctimas de distintas formas de violencia social, laboral y familiar. Por eso el 8 de marzo las mujeres se movilizan, sosteniendo el rol activo, que es la gran revolución de estos tiempos, para seguir haciendo memoria y denunciando las garras del patriarcado y la toxicidad de sus efectos.
El 8 M es de las mujeres. Quizá algunos hombres quieran ir y tal vez algunas mujeres no lo tomen a mal. Pero yo creo que los hombres debemos participar quedándonos en nuestras casas o trabajos, sin boicotear la movilización de las mujeres. Nuestro lugar en el 8 M no es marchar con ellas, es quedarnos y caminar nuestra historia, revisando cada uno su posición subjetiva, preguntándonos: qué hombre soy, cómo trato a las mujeres, que machismos aún sostengo y repito. Así, recién entonces, podamos caminar juntos, potenciándonos, porque ante tantas injusticias sociales la lucha no cesa, queda mucho por hacer.