Cómo se gestó la idea de hacer una escultura del Indio Solari para homenajear a Los Redondos

“¡Quedó hermoso! No saben lo lindo que quedo! El primer espacio homenaje a Patricio Rey, a la obra de Los Redondos, en esta plaza recuperada de San Justo entre Las Madres, el homenaje al Hundimiento del Belgrano, Quijotes y demás pequeños héroes de esta patria. Queda inaugurado. Para que sea un espacio más, es un aporte de ´Una obra redonda´, pequeño homenaje que consiste en una pared con toda la iconografía redonda junto a la escultura”, reza mi voz para el posteo de las redes de Una Obra Redonda, de la cuál soy guionista y uno de los actores.

Pero no fui yo el de la idea de hacer una escultura del Indio y de los integrantes de Los Redondos, más una pared con toda la iconografía ricotera. Fue Leo Mellis, uno de los productores de la obra que estrenamos en La Trastienda en 2021, que es un homenaje desde el teatro a Patricio Rey.

"Voy a hacer una escultura del Indio", casi gritó al teléfono. Y siguió contándome: "Ya tengo casi todo, la vamos a poner en una plaza recuperada por los vecinos en Ramos Mejía -Don Bosco y las vías-, hay esculturas de las Madres y murales... vamos a pintar un paredón también". Le dije que estaba loco. Y miren.

“Con los puños en alto deseando al final, hacer la revolución con una canción de amor”, se lee al pie de la escultura. La frase es del Indio sí, de la canción "Había una vez". Podríamos haber puesto una de Los Redondos pero es que la plaza tiene una historia de resistencia y lucha conmovedoras. Los vecinos hicieron guardias por las noches para que los matones enviados por la inmobiliaria que quería plantar un negocio en esas tierras no instale sus topadoras para usurpar el espacio público.

Tienen que ir, además de la escultura de la estampita de Patricio Rey, hay otras del Quijote, evocaciones a las Madres de Plaza de Mayo, al hundimiento del crucero General Belgrano (Cuá Cuá, Amén), y a Santiago Maldonado; hay juegos para los chicos, un bosque y canchitas de fútbol.

La escultura

Entonces Leo llamó a Sergio Leguizamón, un artista local, y le propuso hacer la escultura en chatarra, tamaño real, para emplazarla en la Plaza Etcheverry.
Y quedó esta hermosura de 100 kilos, hecha de hierro y reciclados, de 1,67 metros de altura.

Pero además, junto al monumento, hicimos un mural -pintado por Piero Ojeda-, con imágenes de las tapas de los discos de Los Redondos y hasta una mención especial a Willy Crook, porque cuando se estaba terminando pasó lo que pasó con Willy.

Desde que se inauguró y el de boca en boca se hizo imparable, los redonditos van a pasar la tarde, se sacan fotos y las comparten en sus redes.

Esta escultura y este espacio es nuestro aporte a la causa redonda, como la obra que escribimos y a la que le pusimos el cuerpo así: con los recursos del teatro para homenajear al colectivo aquel que en plena dictadura se formó para ser una expresión multiartística y terminó siendo la banda más... (complete la frase a gusto) del rocanroll argentino.

Una obra Redonda

Veamos 25 años de historia con tus ojos...
Entre el comienzo de la dictadura y el inolvidable 2001, al país le sangraron muchas cosas, entre ellas Los Redondos...

Nos tomamos muy enserio aquello, de que este asunto está ahora en nuestras manos...
entonces lo hicimos teatro...

Bienvenidos a la emulación del infierno y sus placeres...