En Europa la fatiga del ajuste, comienza a correr el velo desde Grecia, cuna de la civilización occidental y la democracia. El periodista Dan Hancox escribió un articulo en The Guardian que había encabezado: “Por qué Ernesto Laclau es la cabeza intelectual de Syriza y Podemos”.

Esta semana Joseph Stiglitz, Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel, le acaba de dar un guiño a Pablo Iglesias, líder de  “Podemos”, que termina de recibir elogios y apoyo de Thomas Piketty.

Mientras se espera un éxodo desde el PSOE a “Podemos” en España; en Grecia Syriza actúa con determinación frente al BCE (Banco Central Europeo), a través de su flamante ministro de Finanzas Yanis Varoufakis, dicho sea de paso, ex alumno de Ernesto Laclau en la universidad de Essex, Gran Bretaña.

Latinoamérica, fuente de inspiración económica y democrática:

Los contenidos de los innumerables cientistas políticos que han estudiado la región, permiten trazar líneas divisorias entre los regimenes democráticos y aquellos sospechados de no serlo. No obstante, tal separación conlleva una dificultad teórica irresuelta: ¿qué es la democracia? – Sobre esta negación atizan quienes pretenden depreciar los superadores e independientes proyectos económicos y políticos de Suramérica. En los casos de Venezuela, Bolivia, Ecuador, Argentina, Chile, Uruguay y Brasil; y hasta 1999, según la clasificación realizada por Mainwaring, Brinks y Pérez-Liñán[1], tales regimenes ya eran considerados democráticos por estos autores, distantes al pensamiento de Laclau.

Tomando sus parámetros-para no subjetivar-, se pueden observar cinco esferas:

1)    Limpieza en las elecciones para la legislatura y el ejecutivo en Chile, Uruguay y Brasil; elecciones competitivas, libres, limpias y directas, aún en los casos donde hay un predominio partidista del sistema como “la Concertación” en Chile, o el control del Estado por un presidente-candidato como Lula en 2006. En ninguno caso se pudo acusar la existencia de presiones o manipulaciones que brindaran ventajas injustas al oficialismo sobre la oposición.

2)    En Venezuela las elecciones han sido supervisadas por las misiones de observación de procesos electorales, y nunca  han comprobado fraude, desde 1998, aun cuando se presumía una tendencia a que el resultado de cada elección era previsible. Es que la cuantiosa acumulación de poder presidencial permitió que las teorías refractarias al populismo[2] despertaran dudas sobre la limpieza del espacio que le quedaba a la oposición para competir.

3)    La participación es incluyente, este es un aspecto que ha mejorado significativamente en toda la región; no hay exclusiones legales a la participación electoral en ninguno de los países mencionados. El otorgamiento del derecho al sufragio a los analfabetos desde los años 80-desde 1952 en Bolivia-expandió la participación democrática. Las antiguas razones de patrimonio que se superponían a cuestiones étnicas, han desaparecido y permitido la formación de importantísimas fuerzas electorales de extracción indígena en Bolivia y Ecuador. Hoy Bolivia es una republica, “no liberal”, democrática y participativa.

4)    Respeto a libertades; el registro es incuestionable para la mayor parte de la región. La difícil relación con los medios de comunicación en Venezuela y Argentina infunden temor, -desde aquella cancelación de la concesión de una señal de televisión que paradójicamente colaboró en el fallido golpe de Estado que separó a Chávez del gobierno por unos días-, aunque con formas legales, pero como componente político la labor opositora de ese medio, aportó evidencia sobre la dirección tomada frente al respeto al disenso.   La relación con el sector financiero y periodístico en Ecuador ha sido uno de los espacios más tensos en cuanto al respeto de estas libertades; la iniciativa presidencial pasó por minimizar la injerencia de los bancos sobre la agenda periodística. Desde la Argentina ya es obvio que estas críticas se vinculan con intereses corporativos, con lo que en ningún caso se afecta la libertad de expresión. En Bolivia se había instalado en la opinión publica-a través de los medios-la idea de existencia de señales preocupantes como la radicalización del discurso étnico del presidente, con el que aparentemente se menospreciaba la participación política de la población blanca y mestiza, pero esas declaraciones no han pasado de allí.

5)    Capacidad de gobierno por los lideres elegidos; una grave violación sería un gobierno títere o fuerzas armadas con gran influencia sobre la toma de decisiones civiles, al estilo del Brasil previo a la transición. En el resto de los casos, a pesar que en Chile y Brasil el retiro militar de la política ha sido paulatino, la tendencia ha sido hacia la consolidación democrática y al control civil.

En conclusión, Chile, Brasil, Uruguay, Argentina, Bolivia, Ecuador y Venezuela son regímenes plenamente democráticos, con buenos resultados económicos en los promedios de largo plazo; de estos casos abrevan algunos movimientos que irrumpen hoy en el escenario europeo.

Importante: en base a cifras de CEPAL, Banco Mundial y FMI: La tasa de crecimiento del PBI en la última década en Venezuela fue de alrededor de 4% anual promedio (los datos de 2014 son provisorios, se estimo una caída de 1.5%)


[1] Mainwaring Scott, Brinks Daniel, and Aníbal Pérez-Liñán, “Classifying political regimes in”, 1945–1999 Working Paper 280 – Kellogg Institute, September 2000

[2] Laclau, Ernesto “La razón populista”, Fondo de Cultura Económica, capitulo 4, pagina 91,

[Una de las formas de abordar el populismo seria tomar en su sentido literal alguno de los calificativos peyorativos que le han asignado y mostrar que ellos solo pueden mantenerse si se acepta como punto de partida del análisis una serie de supuestos altamente cuestionables].