Oktubre, la novela atravesada por el disco de Los Redondos, se edita en Argentina
Tras cinco años y cuatro ediciones en Uruguay, por fin Carolina Bello logró que se edite en el país de Los Redondos su novela Oktubre. "Como el segundo disco de Patricio Rey, es una obra escrita con puño apretado sin perder la ternura", a decir de un periodista de Diario Registrado que acompañará a la escritora en la presentación en Buenos Aires.
Hace cuatro años, a la redacción de Diario Registrado llegó la noticia de que en Uruguay había un libro llamado Oktubre. Quién escribe buscó y contactó a la escritora, Carolina Bello. Una amiga de ella que viajó a Buenos Aires lo trajo en un sobre cerrado y lo dejó en un hostel céntrico. A los días estaba en la mesa de luz, el cronista lo devoró e hizo la nota Oktubre, una novela de amor histórica atravesada por el disco emblemático de Los Redondos.
Allí escribió: “Oktubre es, como el segundo disco de Patricio Rey, una obra escrita con puño apretado sin perder la ternura. Un rabioso manifiesto de amor a distancia que sobrevive aferrado al ghetto ricotero, entre el infierno de Chernobyl y la primavera alfonsinista que supimos conseguir”.
Hoy esa frase -tal advierte Bello- es parte de la gacetilla de prensa invitación a -¡por fin, por fin!- la presentación del libro en nuestro país, una idea de la editorial Sb. La cita es este jueves a las 18 hs en La Libre, con la presencia del cronista y Fabio Wasserman como laderos de Carolina.
Carolina militó su libro en nuestro país como nadie. Se lo hizo llegar a varios integrantes de Los Redondos y al propio Indio Solari. Le faltaba el Mono Rocambole -responsable de la iconografía ricotera- y hace pocos días lo cruzó en Montevideo. Así lo contó en sus redes.
En su Uruguay natal, Oktubre lleva en cinco años cuatro ediciones y es un hecho notable en sí. ¿Cómo surgió la idea de hacer una novela a partir del emblemático disco de Los Redondos? En aquella crónica de Diario Registrado se contó así: “Oktubre es una sorpresa para el paisito porque es la respuesta a la convocatoria de una editorial de escribir libros sobre un disco. Y Carolina Bello, que no es fundamentalista ricotera, no eligió ni 'Black' de Rada ni 'A Contraluz' de La Vela ni tampoco uno de NTVG, Buitres o La Tabaré, eligió a Los Redondos”.
Bello “no quiso contar la historia ni analizar el cd más emblemático de Patricio Rey -o sí-, no intentó desmenuzar las letras de Solari y los trucos de traste de Skay -o sí-, sino que escribió una novela para ello”. Y fue a partir de aquel grito del Indio en un vivo del 85 al terminar Ji Ji ji: ‘Olga Sudorova, vodka de Chernobyl, pobre la Olga crepó’. Carolina buscó si existía una tal Olga Sudorova y al comprobar que no, comenzó la aventura de imaginar, investigar, descubrir una historia de amor como cartas cruzamares, con el disquito rojo y negro como protagonista; el capitalismo, la explosión que sacudió al mundo y una época y un pasado que se empecina en volver al presente inexorablemente.
En la solapa del libro
¿Qué pasaría si el personaje de una canción de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota se volviera protagonista de una novela?
Esto sucede en Oktubre, un libro en el que el disco homónimo es banda sonora, tema y motivo de una historia de amor epistolar entre la ucraniana Olga Sudorova y Hernán, un porteño amante de la música y cultura rock de entonces. Mientras la guerra fría suprime las posibilidades del futuro, ella vive en carne propia las mutaciones corpóreas y simbólicas del estallido del reactor nuclear de Chernóbil y él, las consecuencias de la postdictadura argentina.
Una novela que conjuga el soliloquio, la narración en tercera persona, la crónica y la poesía al estilo Enrique Symns, para recrear cómo, en todas las épocas, ha sido necesario desafiar las prohibiciones, preservar el estado de ánimo como último legado de la conciencia y trazar un ambicioso plan, ese que consiste en sobrevivir.
Carolina Bello narra con una escritura poderosa, lo que hace de Oktubre un libro conmovedor, sostenido en una sólida investigación para potenciar la imaginación y establecer un verdadero diálogo, no sólo con un disco que, luego de este libro, no se escuchará de la misma manera, sino también con el lector.