La última “misa ricotera”, como los seguidores de Carlos "el Indio" Solari denominan sus recitales, terminó de la peor forma. Al menos dos de las casi 300.000 personas que asistieron fallecieron y varias resultaron heridas por aplastamiento, lo que obligó a concluir el recital los hechos. Después de la tragedia, surgieron las dudas en torno a las responsabilidades del caso. ¿Quién estaba a cargo de la seguridad del evento? ¿Quién debía controlar el ingreso de personas? 


Las miradas se repartieron entre la productora del evento, representada por Marcos y Matías Peuscovich, y el intendente de la localidad bonaerense de Olavarría, Ezequiel Galli. El jefe comunal de Cambiemos, de 36 años, se había encargado de promocionar el show en redes sociales y ante los medios en representación de la ciudad. "La responsabilidad del municipio fue controlar la calle y el sistema de salud que no fue colapsado en ningún momento", argumentó tras la tragedia.


El diario Perfil publicó el contrato firmado entre ambas partes, presentado ante la jueza María Hilda Galdós, del juzgado Civil y Comercial 2 de Azul. El documento cual habilitaba a Solari a realizar el concierto en el predio conocido como “La Colmena”, y detallaba las responsabilidades de los actores. 


Según el texto, el Intendente ubicaba al municipio como “fiador de las obligaciones que la productora asume frente a la cedente”, ya que la locación se encuentra en concurso de acreedores. Además, la Municipalidad se comprometía a realizar las tareas de acondicionamiento de “La Colmena”, tales como limpieza, desmalezamiento, nivelación de suelos y provisión de servicios propios del tejido urbano.


El contrato. El municipio autorizaba la productora a disponer del lugar desde el 1 de marzo hasta las 24 horas del 15 del mismo mes. Además, se aclaraba que -de no entregarlo en tiempo y forma- se cobrará una multa de 10 mil pesos. Como contraprestación por el uso de “La Colmena”, se llegó a un acuerdo por el monto de 300 mil pesos a abonar en dos partes iguales, la primera el día 6 de febrero y la segunda un mes después, el 6 de marzo. 


El documento aclaraba que la organización de Solari debía hacerse cargo de la custodia y guarda de predio, como también de mantenerlo y cuidarlo entre el inicio de los preparativos y su devolución. Asimismo, la productora se hace cargo de “todo daño material o moral que pudiera ocurrir como consecuencia del show”. 
 

Fuente: Perfil