Las ganas de ver al Indio se transformaron en un proyecto para alimentar chicos en Ciudad Oculta
La primera vez decidieron montar un puesto improvisado para vender hamburguesas y panchos, y así juntar la plata para viajar a una de las misas ricoteras. Ver el hambre de los chicos que pedían los motivó a generar un merendero, los fines de semana en el barrio de Villa Lugano.
2016 golpeó fuerte a los sectores más humildes y el hambre que genera el Gobierno 'de la alegría' no deja de desafiar el coraje, los 'huevos' de la ciudadanía para palear una situación muy triste. Mientras el macrismo se empeña en doblegar la cultura rock, la gente del rock contesta con solidaridad.
Su idea original era conseguir la plata para poder viajar a Tandil y ver el show del Indio Solari, un interés bien puntual y nada solidario. Pero cuando la realidad te da un cachetazo en la calle, es muy difícil hacerse el boludo. Ariel Gerry es uno de los fanáticos ricoteros que golpeado en lo más hondo de su ser, dio el puntapié para lo que ahora es una realidad.
"Cuando empezamos a cocinar las hamburguesas empezaron a acercarse chicos que veías que tenían hambre y miraban la comida de una manera que nos partió el alma. Ahí empezamos a regalar muchas hamburguesas y panchos a los chicos, pero así y todo juntamos la plata para el recital. Desde ese momento nos planteamos hacer algo, porque vimos una dura realidad dentro del barrio", explicó en una entrevista con minutouno.com.
Estos vecinos de Ciudad Oculta, situada en el barrio porteño de Villa Lugano, le dieron un lugar físico a un merendero que funciona los fines de semana: sin embargo, la creciente demanda de chicos y adultos que concurren los obligó a pedir más colaboración. El merendero Tuns, ubicado en la Avenida Eva Perón al 6600, tira 3 casa 42, lleva un mes sirviendo la copa de leche y galletitas, con alrededor de 150 niños por día, y funciona como un complemento para los comedores de la zona que abren de lunes a viernes.
Gerry junto a Oscar Gómez, Ariel Espínola y Marcos Torres erigieron y también mantienen el merendero, con ayuda de jóvenes del barrio para la preparación de la leche y la repartición de galletitas, torta frita, pan con manteca, facturas o alfajores, según el producto que se consiga.
"Empezamos poniendo 50 pesos cada uno, otros bajaron cajas de té, leche, azúcar, pedimos una olla grande y como cocina teníamos, arrancamos. El lugar es la pieza de uno los muchachos que colabora con nosotros y que el padre nos cedió amablemente. Es muy chico y entran 12 nenes, pero afuera está el resto esperando su leche y hasta que no les servimos a todos no paramos", explicó Ariel.
"Por día se van sumando, promedio, 10 o 15 chicos y nosotros les damos su ración a todos. Incluso, les pedimos que vengan con una jarra para llevarse a su casa y también tengan su leche el domingo o lunes a la mañana, tanto ellos como sus hermanos a padres, porque hay mucha necesidad. La realidad te supera y siempre te quebrás", precisó.
"Un hombre trae cajas de alfajores y una mamá facturas. Nosotros queremos que traigan lo que puedan o quieran, pero siempre comida, leche, quizá ropa, pero no dinero", dejó en claro. Además, comentó que una de sus maneras para financiar el proyecto es mediante rifas: "Compramos entre nosotros una pava eléctrica, la rifamos y con la plata recaudada compramos artículos de limpieza para limpiar el lugar y el resto lo guardamos para comprar una plancha que a su vez rifaremos y así comprar hamburguesas que venderemos un fin de semana para luego comprar galletitas, alfajores y leche para los chicos", detalló.
Para colaborar hay que escribir al Facebook del Merendero Tuns o al teléfono celular de Ariel Gerry, 15-3435-7910. "Hoy necesitamos la leche en polvo, es lo más urgente y lo más caro. La idea es ampliar el comedor, conseguir materiales, algunos ladrillos que a alguien le sobró, bolsas con un poco de cemento. Todo sirve", puntualizó las necesidades más urgentes.