La Renga volvió a hacer historia en un show donde las letras “hablaron por sí solas”
Bajar por Jujuy y observar la congregación renga, levantar la vista y estar en el medio de la Ciudad emocionaba, ponía la piel de gallina, se sentía como el banquete de un ejército de cojos tras una batalla ganada. En más de dos horas y media de show la banda volvió a iluminar el cielo porteño, después de estar prácticamente prohibidos por una década. Reviví la noche en que las canciones fueron más fuertes que los discursos…
Los accesos no fueron problema para llegar a pocas cuadras del Ducó cuando el ambiente empezaba a tomar su mejor color. Bajando por Jujuy me emocioné, lo miro a mi compañero que era la primera vez que veía a La Renga, lo abrazo y le digo: “¿Ves? ¡Esto es La Renga!”, como invitándolo a un banquete del que solo comen los que saben. Pero todos estaban invitados a la mesa...
Los ingresos fueron tranquilos, rápìdos, y después de unos controles estábamos adentro. Párrafo aparte y felicitación para la organización de la gente amiga de Rock&Reggae, quienes se pusieron el equipo al hombro y lo llevaron a la victoria, sin duda, ya que en materia organizativa todo fue muy prolijo. Y hay que decirlo.
A exactamente las 21:28 –y después de escuchar unos covers de Led Zeppelin tremendos por parte de La Carga- se apagaron las luces. La emoción crecía, es que… La Renga volvía a Capital, ¿entendés? Tristemente lo tomamos como un logro cuando debería ser algo común y corriente. Pero dada la coyuntura, era algo para festejar.
Sabía cómo sería el comienzo del show: el acorde al unísono partido en tres y el riff de ‘Corazón Fugitivo’, que convertían al campo en un bloque que subía y bajaba… en realidad, el estadio temblaba, vibraba con cada salto, cada grito. La emoción se notaba hasta en los primeros saltos del hombre de las cuatro cuerdas y la sonrisa de 'Tanque'.
En el escenario, Gustavo Nápoli tenía cuatro Marshall en línea, 'Tete' unas seis cajas de la misma manera y el ‘Tanque’ con su doble bombo característico, camisa negra y tiradores, siendo uno de los más ‘lookeados’. Su hermano, en cambio, parece el mismo que hace 20 años: para él el tiempo no pasa… ¡y lo que corre!
Siguió ‘Nómades’, tal como figura en el último disco ‘Pesados Vestigios’, y por primera vez agarró el micrófono el Chizzo: “Buenas noches Buenos Aires”, dijo… “¡Por fin! Después de tantas idas y venidas”. En ese momento aprovechó para agradecer a “todos los que estuvieron apoyando” entre los que nombró a periodistas, músicos, fanáticos, y otros que se manifestaron –por ejemplo- a través de las redes sociales.
Así le siguió un tema que sorprendió (‘Disfrazado de Amigo’) pero que ya hablaba de cómo venía la mano. Y bueno, qué comentar de ‘A Tu Lado’, ‘A la Carga mi Rock and Roll’, ‘Al que he sangrado’, donde reinó el delirio.
Llegó también el tema dedicado a Miguel Ramírez (‘San Miguel’) y me llamó la atención que no aparezca EL trapo (los que seguimos a La Renga sabemos que si hay una bandera imponente, esa es la de los pibes de San Miguel, que siempre van en malón a ver a la banda). Claro, después entendí, el ‘Trueno Verde’ había ascendido esa misma fecha y el faltazo estaba justificado. Aunque no te quepa la menor duda que estarán presente en estos shows que quedan por delante, porque esto recién acaba de empezar…
Y seguían los temazos: 'Cuando Vendrán', 'Circo Romano', 'El Twist del Pibe'. Todos ellos, con una connotación oportuna: "Tu empresa líder funciona bien en el caos, inventando analgésicos para poder seguir"; "No quiero ser uno más del Circo Romano", solo por citar un par.
Llegó el momento del único invitado de la noche, el ex Vox Dei, Nacho Smilari, quien fue descripto como una "verdadera reliquia" por Chizzo. El guitarrista acompañó a la banda en 'Poder' y 'Panic Show', ese tema que abría el segundo Huracán, allá por el 2001, ¿se acuerdan?
A esas alturas, mientras la temperatura bajaba, en el Ducó subía. El sonido estaba muy bien, se escuchaba todo, el estadio permanecía con una audiencia cómoda... todo era bastante perfecto, hasta el clima. Y seguro tuvieron un ayudín desde el cielo...
Antes de tocar 'Pole', Chizzo contó que justo ese sábado 29 sería el cumpleaños número 63 de su viejo amigo fallecido en 2012 después de luchar contra un cáncer del pulmón. Las fotos de Victor Poleri con su familia llenaron los ojos de lágrimas de varios rengos. Recordemos que el actor era muy amigo de la banda y protagonista de la mayoría de sus videos, por eso es una cara conocida y su historia también lo es entre el público.
Entre más temazos como 'La Balada', 'Estalla', 'Oscuro Diamante', el Chizzo tuvo unas frases que quedaron marcadas. La primera, cuando pidió a un par de desubicados que bajen del alambrado (cosa que hicieron inmediatamente) y expresó: "No quiero mañana que nadie venga a romper las pelotas", lanzando un dardo venenoso al corazón de quienes lo vienen postergando hace años.
En ese sentido, tiempo más tarde, Chizzo no se pudo aguantar: "Estamos contento de volver a tocar en Capital, porque parecíamos una banda extranjera ya". Entre risas irónicas el cantante dejó bien claros los tantos antes de cerrar un show en el que, según él mismo describió antes de cerrar la noche, "las letras hablaron por sí solas".
Después de una seguidilla tremenda con 'Bien Alto', 'Tripa y Corazón', 'Arte Infernal' y 'Oportunidad' llegaba el Final, y ese final siempre es "en donde partí", obvio. Aunque después de unos 10 minutos, el verdadero fin lo dieron 'Ser Yo' (dedicado al hijo mayor de Tete), 'Reíte' (otro tema político que habló por sí solo) y los interminables, 'El Viento que Todo Empuja' y 'Hablando de la Libertad', con las luces del estadio prendidas y una emoción poco descriptible. Un dato no menor fue que, entre las imágenes recopiladas durante este último tema, aparecieron algunas de la movilización realizada en el Obelisco para que la banda pueda dar este show. Otro indicio, otro mensaje que dejó la banda abierto a quien quiera escuchar, o ver en este caso.
En más de dos horas y media, con 30 canciones a cuesta, nos fuimos contentos y rechonchos. Si bien me faltaron algunos viejitos de 'Esquivando Charcos' para recordar más las viejas épocas, ya era un pedido de caprichoso. El show tuvo todo lo que tenía que tener y así nos fuimos, disfrutando de una feria de comida y remeras que nos costó dejar atrás...
Fotos por Leo Italiano Ph