"Hay momentos en los que Gustavo Cerati mueve los párpados, los labios y hasta las manos", afirman la voz y la esperanza de Lilian Clark, la mamá del artista que lideró Soda Stereo, que no se mueve de su lado desde el ACV en 2010.

Con un fuerte sentimiento religioso, Clark le dedica todo su tiempo a cuidar el cuerpo de su hijo y a esperar pacientemente la recuperación de su mente.

Entre los detalles que enumeró, describió que físicamente se lo ve muy bien, con un color rosado en la piel y una buena estructura muscular: una sorpresa incluso para los propios médicos.

Conservando la alegría por los buenos signos que muestra Gustavo, Lilian aclaró que si bien su hijo está en coma, no tiene muerte cerebral, algo que se aprecia a simple vista.

Lilian contó que él le aprieta la mano cuando llega a la clínica y lo saluda, que sus pulsaciones se aceleran con la música y con la voz de la gente conocida, y que por momentos mueve los párpados, los labios y hasta las manos.

Los médicos le informaron que después de un coma hay movimientos involuntarios, como abrir los ojos, que conducen a recuperar paulatinamente las habilidades.

Lilian ya tiene listo el mensaje que le dirá el día que el artista despierte: “Hola querido, bienvenido a casa”.