"Salvajes de traje me quieren enseñar. Salvajes de traje me quieren educar", canta una de las estrofas de 'Posesión del tercer tipo', el primer tema de Babasónicos en el Teatro Colón. ¿Hace falta más?

Si de actitudes rockeras hablamos, ¿qué actitud más rockera que esa? Los Baba la rompieron en el Teatro Colón para sellar sus palabras con hechos, y dieron uno de sus mejores shows. Esto, dicho tanto por la prensa como por los fanáticos de la banda.

Con todos sus clásicos a cuesta, sumado a 'Impuesto de Fe' -el cual aprovecharon para presentar en el mítico teatro porteño- Babasónicos fueron dueños de un sonido casi perfecto.

Derrotando cualquier mito o crítica, hicieron uso y abuso de las condiciones acústicas del teatro y lograron transportar a los presentes. Obviamente, la puesta en escena estuvo a la altura de las circunstancias. Todo lo que hace a una banda diferente a cualquiera.

El show empezó 20:15 y duró poco menos de dos horas. Al principio se produjo una catarata de canciones con hits incluidos. Pero después armaron un set con el telón cerrado y Adrián Dárgelos en el centro de la escena.

En un show con muchos matices, como nos tiene acostumbrados la banda, Babasónicos terminaron como empezaron, incluyendo 'Soy rock': "Soy muy puta, y no trabajo para vos, mantenida, gracias a la propaganda, no voy a ser tu ramera".

Parecía que a través del arte y la música, la banda se reía de Darío Lopérfido, se mofaba de él, le mojaban la oreja, pero con estilo. Y, de paso, homenajeaban una vez más la memoria de Cemento.

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