Callajeros libre. Chabán muerto. Ibarra candidato. El resto, presos. La Justicia fue mutando su decisión a lo largo de estos 10 años, donde primero había impartido una condena para la banda, que luego, gracias al fallo de la Corte Suprema, terminaron por quedar en libertad.

Pero realmente no es la Justicia la que puede dar el veredicto final sobre Cromañón, sino todos nosotros. Todos aquellos que formamos parte del rock: músicos, público, trabajadores. En sí, la sociedad entera puede dar fe de esto.

La misma sociedad que vio al ambiente del fútbol meterse en la música para pasar a ser el principal centro de atención, sea quien fuere el que esté arriba del escenario. Los que tenemos mucho campo encima, sabemos de lo que se trata. Pero va más allá de un recital, sino que también tiene que ver un poco con esa cultura del "está todo bien", "no pasa nada", "qué va a pasar", "vos fumá".

"Cromañón nos pasó a todos", dicen los afiches, las banderas. Y es una gran realidad. Aunque yo le agregaría, Cromañón fuimos todos. Así no hayamos estado esa noche, así no hayamos trabajado en el rock o sí, todos aportamos nuestro granito de arena para que eso suceda. Todos. Más allá de las obvias responsabilidades más directas que pueden tener, por ejemplo, el estado, los funcionarios de turno, la policía, etc... creo que Cromañón fue una consecuencia de esa cultura argentina de darle para adelante y que no nos importe nada.

Por eso, todos aquellos músicos, productores, fanáticos, que se encogen de hombros y revolean los ojos para abstraerse de que "siempre hicimos las cosas bien", deberían tener un segundo de autocrítica y pensar: 'realmente, ¿siempre actué como era debido?'.

Cromañón nos pasó a todos y es de todos. No importa a que escenario te subas.