El bebé nació por parto natural sin mayor complicación, en la zona de ginecología del centro médico Bartolomeo Eustacchio, situado en la misma población que el lugar en el que la mujer vivía recluida.
La monja acudió al hospital acompañada de varias religiosas, quejándose de un agudo dolor en su vientre. Los médicos decidieron hacerle una ecografía y descubrieron que no se trataba de apendicitis sino que la paciente se encontraba embarazada.
Según informa Il Messaggero, la monja comenzó con las tareas de parto poco después de conocer la noticia. Estiman que la joven monja, que es de origen sudamericano, probablemente ya estuviera embarazada cuando decidió entrar en el monasterio el pasado mes de junio.
Este es el segundo caso de este tipo que ocurre en Italia en los últimos 12 meses. En enero del año pasado, una monja salvadoreña de 32 años dio a luz en el hospital de San Camillo de Lellis a un niño que después fue bautizado como Francisco, en honor al Papa.

El bebé nació por parto natural sin mayor complicación, en la zona de ginecología del centro médico Bartolomeo Eustacchio, situado en la misma población que el lugar en el que la mujer vivía recluida.

La monja acudió al hospital acompañada de varias religiosas, quejándose de un agudo dolor en su vientre. Los médicos decidieron hacerle una ecografía y descubrieron que no se trataba de apendicitis sino que la paciente se encontraba embarazada.

Según informa Il Messaggero, la monja comenzó con las tareas de parto poco después de conocer la noticia. Estiman que la joven monja, que es de origen sudamericano, probablemente ya estuviera embarazada cuando decidió entrar en el monasterio el pasado mes de junio.

Este es el segundo caso de este tipo que ocurre en Italia en los últimos 12 meses. En enero del año pasado, una monja salvadoreña de 32 años dio a luz en el hospital de San Camillo de Lellis a un niño que después fue bautizado como Francisco, en honor al Papa.