Los policías fueron alertados de la presencia de la joven por una llamada telefónica. Cuando los oficiales llegaron al lugar ubicaron a la mujer desnuda, quien intentó esconderse detrás de un poste, sin que ello impidiera su detención.


Tras ser esposada, la mujer no paraba de gritar a los oficiales que la dejaran ir, visiblemente intoxicada, los oficiales llamaron a una ambulancia que la trasladaría a un hospital para ser atendida por intoxicación de drogas.


Cuando la joven volvió en sí, confesó que había tomado LSD -ácido lisérgico- en la casa de su novio.


La chica, de 21 años, ahora enfrenta cargos por conducta inapropiada, drogarse en público y resistirse al arresto.