El panda Scarlett, que vive en el Zoológico de Yunnan, en China, entró en un marco de depresión luego de que sus compañeros Macy y Qianqian fueran transferidos a la localidad de Sichuan.


A partir de ese momento, Scarlett dejó de comer, de dormir en el lugar donde solía hacerlo, y comenzó a mostrar signos de nerviosismo e inquietud.


Los empleados del establecimiento empezaron a dedicarle más tiempo al panda y pensaron que sería buena idea poner un televisor en su espacio. Increíblemente la idea funcionó, y ahora Scarlett se pasa mirando videos donde se la ve jugando con Macy. El panda volvió a alimentarse y a partir de entonces ha tenido un comportamiento mucho más relajado y alegre.