Ocurrió en China, donde un hombre de 45 años en aparente estado de ebriedad introdujo dos peces en su ano. Una vez en el hospital de la ciudad de Jinan, al cual llegó con mucha fiebre, baja presión y un dolor estomacal agudo, los profesionales lo interrogaron y el sujeto aseguró que lo había hecho por aburrimiento.

El hombre se metió dos lochas -que pueden llegar a medir 28 centímetros de extensión- en el ano, y en total pasaron allí más de 24 horas en las que nadaron hasta llegar a los intestinos. Desafortunadamente, una de ellas rompió la pared intestinal, lo que le provocó al hombre un intenso dolor.

"El segundo pez era de 10 centímetros de largo y 2 de ancho de ancho. Podría haberlo matado si llegaba a los órganos superiores", señaló uno de los médicos.

Finalmente, ambos peces fueron extraídos y el hombre ya no corre peligro de muerte.