Un hombre proveniente de la localidad china de Xiangyang, identificado como Xia Changjun, encontró una roca mientras conducía por una montaña de la zona y, por su extraño aspecto, decidió llevarla para que sea analizada por expertos, quienes quedaron completamente desconcertados.

Cuando Changjun vio la piedra se detuvo con el auto, sacó una pala y comenzó a cavar, ya que notó que la mayoría de las partes de la roca estaban enterradas. Para no tener problemas, el hombre se puso en contacto con el propietario del terreno y le compró la pieza para poder trabajar tranquilo.

Una vez que terminó de desenterrarla, Changjun se dio cuenta que la piedra era de forma ovalada y que pesaba alrededor de seis toneladas, -2,8 metros de largo, 2 de ancho y 1,6 metros de altura-. La base está formada por varios pilares de piedra, dando soporte a las capas superiores. La capa media tiene siete agujeros y la capa superior tiene una plataforma plana, con cinco pilares de pie en un lado.

El historiador Wang Qingxiang se vio sorprendido por el descubrimiento y confesó no saber si su forma es natural o si había sido tallada a mano por los antepasados. Lo que sí confirmó es que es de basalto y sugirió que podría haber servido como mesa de altar para el propósito ritual, una señal de guerra en tiempos antiguos. Tampoco descartó que pudiera ser la réplica de un OVNI.  

La semana pasado Xia recibió una oferta por 12.000 euros, pero este rechazó vender la piedra.