Pájaro azulejo cubriendo cicatrices tras varias operaciones
“La operación para reconstruir mi espalda por una escoliosis me dejó con dos barras de titanio en la espalda y esta enorme cicatriz, y tras superarlo, me tatué la palabra fuerza -en inglés-. La S es la forma que tenía mi columna antes de la operación”
“Sufrí abusos sexuales desde pequeña por parte de mi abuelo, y por ello empecé a autolesionarme en las partes que a él le gustaba tocarme, quería destruirlas. Las peores cicatrices quedaron en mis costillas, así que me tatué estas peonías que me aportan alivio y confort”
“Sufría escoliosis severa y no se podía corregir sin cirugía terriblemente invasiva, en la que me pusieron dos barras de titanio y 15 tornillos en las vértebras. La espina recta está sacada de un libro médico y cubre la cicatriz que quedó. Es lo que debería tener”
“Soy el modelo mayor a seguir para mi hermano de 8 años y cuando vio mis cicatrices en la muñeca me preguntó cómo sucedió. Me avergoncé inmediatamente. Enseguida fui a cubrirlas con un tatuaje”
“Estas cicatrices en mi antebrazo son muy obvias a pesar de hacérmelas hace 14 años, pero hasta ahora no había tenido el valor de cubrirlas con un tatuaje”
"Mi exnovio me maltrataba y me rompió un brazo, en donde luego me tuvieron que poner una placa de metal. La cicatriz me recordaba lo débil que fui, y quería algo hermoso”
“Pensaba que la gente que viera estas cicatrices me juzgaría. Después de que un amigo muriera de sobredosis, decidí tatuarme para recordarlo. Llevo ya tres años sin autolesionarme”
“Mi apéndice decidió reventar y llenar mi cuerpo de toxinas, así que tuve que operarme de urgencia y me quedó una cicatriz muy desagradable. Debí esperar tres años tras el incidente para poder tatuarme”
“Cuando tenía 10 años tenía un tumor en el hueso de la rodilla. Este lazo cubre la cicatriz y hasta parece evitar que se abra”