Sarah Schmidt, una analista de sistemas de 34 años, gastó 25.000 dolares -todos sus ahorros- en nueve cirugías plásticas con el objetido de quedar “parecida” a Ivanka Trump, la hija del presidente de Estados Unidos.

“Es linda, preparada, sofisticada, me gusta la forma en que se comporta. Amo su nariz y sus mejillas”, dijo la estadounidense en el programa “Inside Edition”, que emite la CBS.

“Quiero que esto se vaya”, dijo Sarah mientras apuntaba a su panza antes de someterse a un procedimiento. “No veo esto en Ivanka”, agregó.

El responsable de la transformación fue el cirujano plástico Franklin Rose, de Houston, Texas, encargado de llevar a cabo los nueve procedimientos que incluyen rinoplastia, relleno labial, liposucción de la barbilla, cintura y muslos, además de levantamiento de glúteos -Brazilian lift-.

“Tengo el look Ivanka que deseaba”, dijo la mujer.

Ivanka y Donald Trump

Según los cirujanos, Ivanka es una de las celebridades cuyos rasgos son los más copiados por las estadounidenses.