Un hombre de 24 años residente de la ciudad de Sussex, Inglaterra, decidió cortarle la cola a su perro sólo por diversión, y dejarlo sufrir sin llevarlo a un veterinario para que lo atienden como corresponde.

El cachorro Jack tiene 8 semanas, y a raíz de esta locura, el inglés llamado Walter, fue detenido y apresado por 3 meses, y además no podrá volver a tener una mascota durante 10 años.

Un inspector de la Sociedad Protectora de Animales, Andrew Kirby, dijo que la sentencia demuestra la importancia que le dio la justicia al caso y explicó que todavía no saben con qué elemento el hombre le amputó el rabo a su mascota.

"Haberle cortado la cola fue increíblemente doloroso para el perro y no hubo intención de aliviar ese dolor", agregó Kirby en relación a la negativa de Walter de llevar al cachorro a un veterinario.