La mujer que levanta cosas con su vagina dice que su ejercicio mejora el sexo
Un programa de TV rescató su historia. La estadounidense asegura que su trabajo físico es la clave para potenciar a las mujeres, curar la depresión y desafiar los efectos del envejecimiento.
Ella contó muchísimo de su técnica y sus ideas del amor, la vida y el sexo en páginas de revistas como Playboy, Elle, Glamour, Marie Claire y hasta la CNN. Kim Anami es la especialista de la ejercitación vaginal, como pilar para mejorar la vida sexual y la psiquis femenina.
Kim habla del Kung Fu vaginal como un método para volver a conectar físicamente y emocionalmente con los genitales, por lo que les permite a las muejres conectar mejor con su energía sexual. Es como el yoga, pero para su vagina.
La práctica comienza con la inserción de un 'huevo de jade' en la vagina con una fina cadena unida a la pieza china, lo que le permite a la musculatura genital femenina levantar o sostener cualquier objeto: ella muestra muchos ejemplos en sus redes sociales.
Esta ejercitación fortalece el piso pélvico mucho mejor que los ejercicios de Kegel y le da a las mujeres la confianza sexual y el poder, además de muchos beneficios en la vida cotidiana.
En el alcance del clímax hay muchas situaciones a favor: el kung fu vaginal ayuda a mejorar los orgasmos, volviéndolos más intensos, profundos e incluso desarrolla la capacidad de eyaculación.
Pero también prepara los órganos internos y el piso pélvico para sobrellevar y recuperarse del parto. También mejora la líbido: el sexo es infinitamente más agradable con una vagina sensible y fuerte.
Entre otras cosas, ayuda con los problemas de incontinencia urinaria, aumenta la circulación en el canal vaginal y produce una mejor lubricación.
Anami destaca la importancia de la energía sexual en todo lo que se hace. Cuando las mujeres se disocian de sus vaginas, aíslan el flujo natural pero si trabajan la energía vital se notará en los aspectos cotidianos.
Según la especialista, este trabajo incluso mejor la piel de la mujer: "He tenido clientes dejan de usar Botox después de comenzar su práctica de elevación. Otros se vuelven capaces de disparar pelotas de ping pong con el órgano sexual".