Daniela Liverani, de 24 años, comenzó a tener varios episodios de hemorragia en su nariz luego de regresar de un viaje por Vietnam, que relacionó con un accidente en moto que tuvo dos semanas antes de regresar a su casa en Edinburg, Escocia.


Sin embargo, la mujer descubrió tiempo después que el sangrado nada tenía que ver con aquél accidente, ya que luego de darse un baño vio como una sanguijuela comenzaba a salir de sus fosas nasales, llegando casi a tocar su labio inferior.

“Más o menos lo podía ver por la esquina de mi ojo pero todavía no pensaba que era un gusano porque solamente se veía como un coágulo de sangre. Salí de la ducha, limpié el vapor del espejo y di un buen vistazo, y pude ver las líneas en él”, dijo Liverani.

Una vez en el hospital, el personal médico abrió la nariz y con una pinzas logró extraer a la sanguijuela de casi ocho centímetros. “Cada vez que el doctor la agarraba - a la sanguijuela-, podía sentirla tirando dentro de mi nariz”, concluyó.