La imagen de un delfín albino que vive en el Museo de Ballenas de Taiji, en Japón, está dando la vuelta al mundo, ya que el color de su piel se vuelve rosa dependiendo de las emociones que sienta en el momento.

Mientras que los delfines suelen ser grises, este raro ejemplar es completamente blanco, a excepción de cuando está triste, enfadado o incluso cuando siente vergüenza, momento en que su piel se torna rosada.

Este cambio de color ocurre en los animales de piel gruesa porque sus vasos sanguíneos pueden producir una coloración en su piel dependiendo del estado de sus emociones.

Desde su captura hubo mucha controversia en el país nipón, ya que un grupo de ecologistas denuncian que el museo está reteniendo información sobre el estado de salud del delfín. Por su parte, desde el establecimiento indicaron que el ejemplar está “mental y físicamente sano”.