Era adicto a la pornografía y creó una exitosa web para los que no pueden parar de tocarse
Se transformó en un representante mundial de la lucha contra una enfermedad que la medicina no reconoce. En una entrevista con el New York Times aseguró que cuando superó su constante necesidad de tocarse, en 2013, mejoró las relaciones con las mujeres.
Se trata de un joven que trabajó varios años para Google, y que luego de enfrentarse a su adicción se dio cuenta que muchas personas pasaban por lo mismo: decidió crear una comunidad de hombres y mujeres que necesitan una mano para luchar contra la pornografía gratuita on line.
“No soy un buen empresario, sólo soy un chico que era adicto al porno en internet”, cuenta Alexander Rhodes, el líder del sitio que tiene más de un millón de visitas mensuales.
Con apenas 26 años, este joven de Pensilvania logró superar su problema hace poco tiempo y muy rápidamente desarrolló NoFap: una especie de comunidad digital que busca ayudar a personas que sufren lo que él padeció durante tantos años.
“Podría mirar al pasado y arrepentirme de lo que le sucedió a mi crecimiento personal por culpa de mi adicción a la pornografía. Pero haber tenido esa adicción y ser tan mediocre me convierte en alguien calificado para ayudar”, le dijo Rhodes al New York Times.
Su historia de toquetón comenzó de manera bastante precoz. A los 11 años hizo clic por accidente en un anuncio y se encontró con su primera escena sexual violenta. Con el paso de los años, la pornografía inundó la web con películas en alta definición y logró un promedio de 14 masturbaciones diarias.
Mientras trabajaba en Google, en 2011, investigó algunos sitios donde opinaba gente que pasaba por situaciones similares, sin embargo no conseguía dejar atrás su patología. Cuando se dio cuenta que las relaciones con las mujeres estaban en peligro, tomó la tajante decisión de no más Fap.
“Mi vida sexual no iba muy bien. Tuve disfunción eréctil inducida por la pornografía, porque sólo era capaz de mantener una erección si pensaba en alguna imagen porno”, reconoció mientras admitía que las chicas con las que se involucraba comenzaban a darse cuenta de cómo lo afectaba la autosatisfacción.
“Dejar de trabajar en Google para dedicarme de lleno a mi página web no fue una decisión fácil de tomar, pero al final era lo mejor para la humanidad”, recordó.