El robot Fabio fue contratado para ayudar a los clientes de un supermercado a orientarse en la búsqueda de productos. Aunque la ineficacia y la falta de cortesía fueron el talón de Aquiles para Fabio que terminó despedido.

El diario británico The Telegraph relató que antes de ser echado, le dieron una nueva oportunidad, pero tampoco funcionó.  Su nueva tarea estaba basada en invitar a los clientes a degustar comidas, pero tampoco allí se mostró competente. 

Mientras que los empleados humanos podían atraer cerca de 12 clientes en 15 minutos, Fabio apenas lograba acercar a dos."Desafortunadamente las prestaciones de Fabio no eran las esperadas", dijeron al diario los propietarios del establecimiento. Y agregaron: "Las personas lo evitaban". 

"El episodio demuestra como siempre que resulta necesario programar a los robots sobre la base de las exigencias del ambiente y de las personas de su lugar de trabajo", aseguró el experto en robótica social Filippo Cavallo, de la Escuela Superior Sant'Anna de Pisa.

(Fuente: ANSA)